agesor
. . . . .

Municipio de Dolores
coopace
Edil Raúl Morossini
Proyecto memoria
kechu fletes
@gesor es de acceso completamente gratuito para nuestros lectores, pero si quieres apoyar nuestro trabajo con un donativo, te damos dos opciones, la primera de un único pago de U$S2 (dolares americanos dos) o la segunda con una suscripción de U$S1 (dolares americanos uno) por mes, la que puedes realizar en pagos mensuales o un pago anual.

El equipo de @gesor agradece desde ya vuestro aporte, el que nos permitirá seguir creciendo y brindando cada vez más contenido.
Pago
Opciones de suscripción
Si quieres colaborar con un monto distinto, por favor contacta con info@agesor.com.uy indicando el monto con el que quieres colaborar y te haremos llegar el formulario de pago.
MonedaCompraVenta
38.05 41.05
0.05 0.35
7.23 9.23
40.54 45.39
El Observador El Pais La Juventud La Diaria La Republica El Telegrafo
.
Síguenos Síguenos Canal Instagram
12 de October del 2025 a las 15:20 -
Tweet about this on Twitter Share on Facebook Share on LinkedIn Pin on Pinterest Email this to someone
Schubert Flores rescata la vida y obra de Abel Fleury, en su más reciente libro
Un viaje entre Argentina y Uruguay para redescubrir al poeta de la guitarra rioplatense
Un viaje entre Argentina y Uruguay para redescubrir al poeta de la guitarra rioplatense

(escribe Sergio Pérez) Al día siguiente de nuestra participación en el 9º Encuentro Internacional de Tradicionalismo, celebrado en Bernal —una jornada entrañable organizada por el Centro de Estudios Gauchescos de Ezeiza—, el escritor e investigador Schubert Flores Vasella nos recibe en su casa de Buenos Aires. Entre libros, fotografías y registros audiovisuales, el ambiente parece hecho a medida para hablar de su más reciente publicación: “Abel Fleury: el poeta de la guitarra”, una obra que enlaza historia, arte y memoria en torno a una de las figuras más sensibles de la música rioplatense.

El encuentro se desarrolla en un clima de serenidad y entusiasmo. Schubert, investigador incansable, abre las puertas de su hogar con la generosidad de quien ha dedicado buena parte de su vida a rescatar huellas del pasado cultural del Río de la Plata. Sobre la mesa descansa el libro: un volumen imponente, cargado de documentos, fotografías y relatos que dan vida al legado del guitarrista bonaerense. 

Hablar de Abel Fleury —dice Schubert, mientras acomoda un ejemplar abierto— es hablar de la guitarra como lenguaje de identidad. Su figura, nacida en Dolores en 1903, trasciende fronteras y épocas. Su obra contiene la síntesis perfecta entre la disciplina académica y la inspiración popular. Por eso, este libro se propone como una travesía entre territorios y afectos, entre Argentina y Uruguay, donde la guitarra criolla sigue siendo un espejo de nuestra sensibilidad compartida.

La publicación, realizada junto al maestro Héctor García Martínez, representa el resultado de una investigación de más de seis décadas. García Martínez, figura legendaria del estudio guitarrístico rioplatense, reunió durante su vida partituras, programas, artículos y testimonios que ahora ven la luz gracias al impulso de Flores. “Era necesario hacerlo —comenta— porque Héctor había dedicado su existencia a este trabajo y merecía que el mundo lo conociera.”

Flores relata que en 2021 comprendió la urgencia del rescate: García Martínez, con más de ochenta años y salud frágil, había desistido de publicar la obra. Fue entonces cuando decidió acompañarlo en la tarea de edición, revisión y puesta a punto del material. Aquel gesto de amistad y compromiso derivó en un libro que ya se considera un hito para la historia de la guitarra del Río de la Plata.

El resultado es un documento de enorme valor cultural. “Abel Fleury: el poeta de la guitarra” combina rigor documental y narración cálida, invitando a recorrer la vida del músico desde su infancia hasta su consagración. Cada página refleja un respeto profundo por la verdad histórica y un afecto evidente por el hombre detrás del mito.

Fleury aparece en el libro como un artista íntegro, formado en el paisaje y en la experiencia. Aprendió sus primeras notas en Dolores, su pueblo natal, bajo la guía de músicos locales y luego con Domingo Prat, maestro de generaciones de guitarristas. Sin embargo, fue el contacto con La Pampa, con sus ritmos y silencios, lo que moldeó su oído y su sensibilidad. En su obra conviven la técnica depurada y el pulso popular, el gesto académico y la emoción sencilla del canto rural.

La investigación de Flores Vasella y García Martínez revela la amplitud de su itinerario artístico: escenarios rurales, cafés porteños, emisoras de radio, teatros y giras internacionales. Su paso por la radiofonía de los años treinta y cuarenta lo convirtió en una figura reconocida, especialmente junto al recitador Fernando Ochoa, con quien formó un dúo emblemático que llevó la poesía criolla a todos los rincones del país.

Aquel tiempo dorado de la radio es recreado en el libro con detalle y nostalgia. Entre los micrófonos de Radio Belgrano, Radio El Mundo y Radio Carve, la guitarra de Fleury se volvió una voz inconfundible. Su toque acompañó a los grandes recitadores y cantores de la época, y sus composiciones comenzaron a circular entre oyentes que las aprendían de oído, convirtiéndolas en patrimonio compartido por argentinos y orientales.

Pero Fleury no fue un músico anclado en su tierra: fue también un viajero. Recorrió Chile, Brasil y buena parte del Cono Sur, y en 1953 emprendió un periplo europeo que lo llevó a España y Francia. En París ofreció conciertos memorables, y la crítica de entonces destacó su “capacidad para transformar la guitarra en un instrumento de pensamiento”. En su interpretación, el folklore encontraba forma clásica sin perder raíz.

En Uruguay, la relación de Fleury con los músicos locales fue especialmente profunda. Actuó en Treinta y Tres, Lavalleja, Paysandú, Salto y Montevideo, donde tejió amistades duraderas con figuras como Víctor Lima, Yamandú Rodríguez y Cedar Viglietti. Con Lima compartió escenarios y correspondencias; con Viglietti lo unió una devoción mutua por la guitarra como vehículo de identidad. El libro reproduce programas de conciertos, cartas y documentos que testimonian esa fraternidad cultural.

Flores destaca con especial emoción las redes de solidaridad que rodearon los últimos años de Fleury. Enfermo, pero aún activo, el guitarrista fue sostenido por colegas y amigos que organizaron conciertos a beneficio. Su despedida en Montevideo, marcada por gestos de afecto y respeto, es recordada como una muestra de la hermandad rioplatense que tanto defendió en su vida.

Uno de los aportes más valiosos del libro es la reconstrucción de su repertorio. Se detallan cincuenta y tres obras registradas, entre ellas piezas inéditas que amplían el conocimiento sobre su producción. Milongas, estilos, vidalitas y aires pampeanos forman un corpus coherente y diverso, que revela la madurez de un compositor consciente de su tiempo y de su tierra.

También se dedica un capítulo a los instrumentos que utilizó. En el Museo de Dolores se conserva una guitarra Núñez que perteneció al músico, y se menciona otra Santos Hernández que recibió como obsequio en España. Cada instrumento tiene su historia, y cada historia ilumina un aspecto del artista: su búsqueda de timbre, su apego a la tradición y su curiosidad por las nuevas sonoridades.

El volumen ofrece, además, una línea de tiempo que permite seguir la trayectoria de Fleury con precisión. Desde sus primeras actuaciones en la provincia de Buenos Aires hasta su consagración internacional, el recorrido es un mapa de la música rioplatense del siglo XX. Las fotografías incluidas —retratos, programas, recortes de prensa— convierten la lectura en una experiencia sensorial, donde la historia adquiere textura y rostro.

Flores se detiene en la dimensión humana del músico. Describe a un hombre humilde, reservado, pero intensamente apasionado por su arte. A través de testimonios de colegas como Yupanqui, Falú, Carlevaro y Segovia, el lector percibe la admiración que su obra despertó en guitarristas de diferentes tradiciones. Esa red de reconocimientos sitúa a Fleury en un lugar de honor dentro del repertorio universal de la guitarra.

El libro también reflexiona sobre el valor patrimonial de su legado. Muchas de sus partituras sobrevivieron gracias al esfuerzo de coleccionistas particulares, y algunas grabaciones fueron recuperadas tras décadas de silencio. Entre los rescates más significativos se cuentan los discos Guitarras en el tiempo, y ediciones de discos junto a otros artistas, donde suena su interpretación directa, limpia y conmovedora.

Los intérpretes que continuaron su senda ocupan un espacio destacado en la investigación. Nombres como Roberto Lara, Óscar de los Reyes, Sergio Moldavsky, Carlos Martínez, entre otros, son mencionados como herederos de su sensibilidad. En sus manos, la obra de Fleury ha cobrado nueva vida, manteniendo intacto su pulso poético.

Schubert Flores no se limita a documentar: interpreta, contextualiza y transmite pasión. Su prosa equilibra el dato preciso con la emoción serena. El lector percibe que detrás de cada párrafo hay años de búsqueda, viajes, correspondencias y archivos revisados con devoción y meticulosidad. El resultado es una obra que respira autenticidad.

En una de las secciones más entrañables, Flores reproduce fragmentos de las décimas que Víctor Lima dedicó a Fleury en 1950. Esas líneas, nacidas del afecto y el respeto, resumen la identidad de un artista que hizo del paisaje su inspiración y de la guitarra su palabra. Lima lo llamó “poeta de las seis cuerdas”, y el tiempo le dio la razón.

La publicación de “Abel Fleury: el poeta de la guitarra” llega acompañada de una gira cultural binacional titulada Cultura Pago a Pago. Las presentaciones comenzarán en Dolores, ciudad natal del guitarrista, y continuarán por Mar del Plata, Buenos Aires, Montevideo, Treinta y Tres, Minas, Salto y Paysandú. Cada instancia será una oportunidad para reencontrarse con la guitarra rioplatense, con su historia y su vigencia.

En Santa Lucía, la presentación está prevista para el 14 de noviembre, durante la Noche de las Librerías, en el espacio cultural La Madriguera. Será un homenaje a la memoria de Fleury y también una celebración del trabajo de investigación que lo devuelve al presente. En palabras de Flores, “cada presentación será un encuentro entre el ayer que nos formó y el mañana que aún nos convoca”.

El cierre del libro anticipa nuevos horizontes. Flores prepara ahora una investigación sobre Aníbal Sampayo, el poeta del río de los pájaros pintados. Será otro inventario minucioso de vida y obra, destinado a conmemorar el centenario de su nacimiento en 2026. “Sampayo —dice— fue un puente entre el río y la palabra, entre la canción popular y la poesía del agua. Su historia también merece ser contada con rigor y ternura.”

En ese propósito se reconoce una continuidad: la voluntad de rescatar, documentar y compartir. En tiempos de fugacidad y consumo rápido, la obra de Flores y García Martínez ofrece una lección de permanencia. Recordar es, en este caso, un acto de gratitud y de afirmación cultural.

Cuando la conversación termina, el libro queda abierto sobre la mesa. Las páginas desprenden el aroma del papel recién impreso y la sensación de algo vivo. Afuera, la ciudad bulle; adentro, suena en silencio la guitarra invisible de Fleury, que parece acompañar la charla con acordes de otra época.

El legado de Abel Fleury, leído y narrado por Schubert Flores, se vuelve una metáfora de lo que une a los pueblos del Río de la Plata: la palabra, la música y la memoria. En esa confluencia, el arte vuelve a ser puente y refugio.

La publicación de “Abel Fleury: el poeta de la guitarra” no solo amplía el patrimonio musical rioplatense: también celebra la persistencia de quienes dedican su vida a conservarlo. En las manos de Schubert Flores y en la inspiración de Héctor García Martínez, la guitarra vuelve a hablar con voz clara. Y en su eco se escucha, una vez más, la promesa de que toda obra verdadera encuentra siempre el modo de renacer.



(340)

A los lectores de @gesor que realizan comentarios, en particular a quienes ingresan en la condición de incógnito, no se molesten en hacer comentarios ya no son publicados debido a que no dejan registro de IP ante eventual denuncia de alguna persona que se sienta dañada por ellos.
Igualmente reiteramos lo que hemos escrito en anteriores oportunidades, que pueden referirse con la dureza que se entienda pertinente pero siempre dentro del respeto general y no discriminando ni agraviando, o con expresiones que de alguna manera inciten a la violencia. Los comentarios son una herramienta maravillosa que debemos preservar entre todos.

Quiere comentar esta noticia?

* Campos obligatorios
* Nombre:
* Correo Electrónico:
* Comentario:
* Caracteres

AGESOR - Soriano - Uruguay // (todos los derechos reservados )

powered by: Daniel Castro 2025
WordPress Appliance - Powered by TurnKey Linux