Quienes integramos el Equipo Multidisciplinario del Programa Escuelas Disfrutables (PED) del departamento de Soriano manifestamos nuestra preocupación y rechazo ante el contenido de la reciente proclama de ADEMU Soriano, la cual expone juicios descalificadores hacia nuestra tarea profesional, omitiendo elementos clave que hacen al funcionamiento y a la ética del sistema educativo.
Nuestro equipo, compuesto por cinco psicólogas y una trabajadora social, tiene bajo su responsabilidad 99 escuelas públicas y una población de 8.474 niñas, niños, adolescentes y sus familias. Lo hacemos con compromiso, formación técnica y sentido ético, en un contexto de fuerte sobrecarga estructural que es de público conocimiento. Negar que es materialmente imposible garantizar presencia plena y simultánea en todas las instituciones es negar la realidad, o peor aún, desconocerla deliberadamente.
Intervenimos bajo criterios técnicos de triage, que implica priorizar los casos más urgentes y graves, en base a indicadores de riesgo y vulnerabilidad. Esta estrategia, ampliamente utilizada en sistemas de salud y protección, no implica elegir a quién cuidar, sino actuar con racionalidad ética frente a una demanda que supera nuestras posibilidades reales.
Sorprende, además, el uso parcial y sesgado del Mapa de Ruta. En la proclama se lo menciona sólo cuando las docentes son identificadas como destinatarias de violencia, pero se omite que cada semana abordamos múltiples situaciones de niños y niñas violentados en el ámbito intrafamiliar, situaciones que requieren articulación urgente con direcciones escolares, líneas de protección, y que sostenemos con absoluta seriedad y celeridad, muchas veces fuera de horario o sin respaldo institucional suficiente.
Resulta aún más grave que se escriban valoraciones sobre nuestro trabajo en un sistema informático de uso exclusivo para docentes, al cual no tenemos acceso. Esto nos coloca en una situación de exposición profesional inadmisible, sin derecho a réplica ni posibilidad de cotejar lo que allí se registra con las intervenciones efectivamente realizadas. Pero de eso no se dice nada. ¿Qué lugar queda entonces para la ética institucional? 

Nos preguntamos, sin ironía:
¿Desde cuándo un gremio define las funciones de un equipo técnico profesional?
¿Dónde quedó el respeto por los saberes específicos y la construcción colectiva?
La ausencia de autocrítica en el planteo de ADEMU Soriano resulta alarmante. Se desestima la responsabilidad docente en la gestión de conflictos escolares, se diluye el rol pedagógico ante la complejidad, y se pretende transferir hacia el PED el total de las respuestas, sin reconocer ni los límites funcionales ni los marcos legales.

Por todo lo anterior:
Rechazamos los señalamientos que difaman, desacreditan o distorsionan nuestra labor.
Exigimos una disculpa pública por parte de ADEMU Soriano.
Reivindicamos nuestro rol técnico como parte del sistema de protección de derechos, no como ejecutoras de demandas inmediatas.
Reclamamos garantías institucionales que resguarden nuestra labor, incluyendo el respeto a la confidencialidad, al uso ético de las plataformas informáticas y a los canales formales de comunicación institucional.

Y por sobre todo, afirmamos:
No se construyen “Escuelas Disfrutables” enfrentando colectivos profesionales.
Se construyen reconociendo límites, compartiendo responsabilidades y respetando los saberes específicos.
Podemos tener miradas distintas. Podemos disentir. Pero nos guste o no, compartimos el mismo territorio: la escuela pública. Y en ese espacio, el único camino posible es la corresponsabilidad.

Equipo Multidisciplinario
Programa Escuelas Disfrutables (PED) – Soriano
Junio de 2025