La Facultad de Odontología comenzó a realizar la Encuesta Nacional de Salud Bucal 2025-2026. Una actividad que cuenta con el auspicio del Ministerio de Salud Pública y que apunta a conocer la realidad de la salud bucal de la población uruguaya. Durante este año diferentes equipos  comenzarán a recorrer el interior del país, y el año próximo continuará en  Montevideo y Canelones. Esta encuesta apunta a ser un insumo para el desarrollo de  futuras  políticas de  salud.

Se trata de un estudio epidemiológico de alcance nacional, descriptivo y transversal para conocer el estado actual de la salud bucal de niñas, niños, adolescentes y personas adultas en Uruguay.

La Dra. Fiorela Capelo   en diálogo con @gesor  brindó detalles del trabajo que se  realizará durante  el 2025 en todo el país.

“El objetivo de este trabajo es conocer la situación de salud bucal de la población uruguaya” comenzó expresando la Dra. Capelo. “Concretamente, condiciones bucales como la caries dental, las paradensiopatías que son las enfermedades de las encías y de los tejidos de soporte, las maloclusiones y las necesidades de tratamiento de prótesis, por ejemplo.  Las maloclusiones para el caso de los tramos de jóvenes, de adolescentes de 12 años, la fluorosis, los traumatismos dentarios.

Apuntamos  a tener información que permita el diseño de políticas adaptadas a la realidad. Entonces uno de los objetivos también es evaluar o reevaluar las políticas en salud bucal que existen para ver de qué manera se ajustan, se diseñan o se mantienen las que existen”.

Esta actividad es el primer paso, porque esta encuesta se va a realizar durante el año,  apoyándose a los centros de enseñanza.

-“En realidad, los centros educativos  nos abren las puertas para poder trabajar y hacer algunas de las etapas en la formación de los odontólogos y odontólogas porque para hacer la encuesta, atraviesan un proceso de capacitación porque nosotros como lo que queremos son datos nacionales que puedan representar la realidad del país, necesitamos que esa visión sea homogénea y para poder tener esa visión homogénea, lo que hacemos es una calibración y eso es lo que hacemos en los centros educativos y en otros espacios como los  Centros culturales,  que nos abren las puertas. De esa manera tratamos de trabajar un poco un intercambio con el territorio,  pensando en talleres y en actividades con los estudiantes. Pero la encuesta de salud bucal es en los hogares y se realiza a las personas en su domicilio”.

¿Esta encuesta arranca con alguna premisa? Es decir partiendo de  determinada realidad o muestreo anterior.

-“Lo que tenemos son los datos del año 2010 que refleja una prevalencia de caries.  Que tan frecuente es la caries en la población uruguaya y tenemos que las personas mayores de 35 años tenemos un 100% de prevalencia de caries. Arrancamos con eso.  De ahí a construir hacia adelante para ver cómo estamos actualmente y ver de qué manera los programas están acompañando eso.

Se preguntan otras cosas también, cómo es la percepción de la salud bucal en las personas, cómo afecta la salud bucal en la calidad de vida.  Pensarnos integralmente.

Creo que hay un camino atravesado en los últimos 25 años, y antes también,  de programas focalizados hacia la infancia-  Pensando en construir generaciones que tengan un cuidado bucal diferente”.

Mas allá de lo estético.

-“Sí, claro. La estética es importante también porque hace a sentirnos bien, a conversar, a tener trabajo.  No solamente como una estética de imágenes para   Instagram, sino para la vida.  Que si uno no tiene todos sus dientes tiene dificultad para  alimentarse, para conseguir trabajo; entonces es como un círculo que va fluyendo la vida.

Imagínense que tenemos una infección o algo en un dedo, y uno se alerta con esa situación,  y va al  médico y procura una solución. Sin embargo, a veces tengo una situación así en la boca y no es una situación de alerta. Uno dice, bueno, tengo esta muela que se me rompió, me parece que me tengo que hacer un tratamiento de conducto. O sea, si nos pasan cosas en la boca, nos pasan cosas en el resto del cuerpo y sí, hay una vinculación en la forma en que comemos y qué tipo de alimentos y cuándo los ingerimos y cómo esa alimentación se relaciona con la higiene y las posibilidades que tenemos”. 

¿Qué desarrollo va a tener esta encuesta? ¿Qué se han planificado?

-“Estamos  iniciando una etapa preliminar.  Ya algo estuvo aconteciendo durante los meses de octubre y noviembre pasado con algunos estudiantes que estuvieron iniciándolo. Tenemos sorteadas manzanas y nosotros necesitamos saber quiénes viven en esas manzanas, la edad y el sexo. Se hace una primera visita,  muy pequeña donde estas personas que participan de la encuesta, que están identificadas, que tienen un chaleco, que tienen una identificación, les preguntan el sexo y la edad de todas las personas que viven en la casa, solamente eso y un teléfono de contacto. Todas esas personas se hace un listado y después se toma una muestra que represente a las personas y después esas personas van a ser visitadas por el odontólogo o la odontóloga,  que los va a revisar y eso va a transcurrir más o menos entre junio y octubre. Estimamos que durante esos meses va a estar sucediendo en esta región la encuesta nacional de salud bucal”.

Una vez que se tengan los resultados, ¿qué finalidad van a tener?

-“En principio lo que vamos a hacer son boletines informativos porque eso de conocer la realidad tiene un valor para las personas.

O sea, que las personas sepan cómo es la realidad de su ciudad y de su región, tiene una implicancia en la forma en la que vivimos y las decisiones que se toman finalmente a nivel político, de cómo se distribuyen los recursos y demás”.

¿Cómo es la distribución de profesionales de odontología? En el caso de que el gobierno decida implementar planes, ¿hay profesionales suficientes? ¿Están bien distribuidos  en el territorio?

-“La proporción de odontólogos por habitantes que tenemos en Uruguay es buena, y la distribución en el territorio también.  La capacidad instalada en el territorio también. Existen algunas limitaciones, por ejemplo, que tienen que ver con las prestaciones a las que los prestadores de salud están obligados a brindarle a las personas. Eso está regulado por lo que es el Plan Integral de Atención a la Salud, que se llama el PIAS, que tiene una lista de prestaciones, es como una carta de cosas que los prestadores están obligados a brindarle, con costo, o sin costo, si es ASSE.

Entonces, una de las cosas sobre las que es interesante trabajar es  en la ampliación de esas posibilidades con las que los prestadores están obligados. Por ejemplo, todo lo que es el capítulo de rehabilitación.  Si bien el capítulo de tratamiento y de resolución de urgencias está como resuelto, el capítulo de rehabilitación no.  ¿A qué me refiero?  Me tienen que sacar un diente ¿Cómo repongo eso?  ¿Una prótesis? En caso de necesitarlo, ¿cómo me rehabilito? Es el capítulo pendiente sobre el que esperamos que con los datos  que obtengamos poder hacer un poco de fuerza para mejorar en ese sentido”.