Según los datos del informe, durante el año 2024 se detectaron, registraron y/o intervinieron en un total de 8.924 situaciones de violencia hacia niños, niñas y adolescentes, lo que implica un promedio de más de 24 situaciones diarias. De este total, 2.501 corresponden a situaciones nuevas que ingresaron a lo largo del año, lo que representa casi 7 casos por día.

El informe muestra que se mantiene una mayor proporción de registros en niñas y adolescentes mujeres, que representa el 56% de los casos, frente al 44% en varones. Por segundo año consecutivo el tramo etario con mayor cantidad de registros fue el de 13 a 17 años, con un 38%. Mientras que en la primera infancia (de 0 a 5 años), el porcentaje alcanzó el 17%. En cuanto a los tipos de violencia, el maltrato emocional fue el más frecuente, con un 38% de los casos, seguido por la negligencia (23%), la violencia sexual (22%) y el maltrato físico (17%). Casi 8 de cada 10 situaciones de violencia sexual registradas correspondieron a niñas y adolescentes mujeres, y la mitad de estos casos (51%) se concentraron en el tramo de 13 a 17 años.

Durante la presentación, la ministra de Salud Pública participó de la mesa central y enfatizó la importancia del abordaje integral de la problemática. “Un país que no cuida a sus niños y a sus niñas es un país que no se cuida a sí mismo”, expresó. Y destacó que estos temas “no se abordan sólo desde una sectorial, son complejos, son estructurales, son antropológicos, pero nada puede justificar no hacer lo que a cada uno le corresponde desde su lugar”.

En la instancia, el Ministerio de Salud Pública anunció una serie de compromisos clave para fortalecer la respuesta del sistema de salud ante las situaciones de violencia hacia niñas, niños y adolescentes: 

• La formación de equipos de salud capacitados, integrados por pediatras, psicólogos, psiquiatras y personal de enfermería junto con trabajadores y trabajadoras sociales, que puedan detectar las señales de violencia, escuchar a los menores y acompañarlos en todo el proceso de salida de esas situaciones;
• Contar con servicios especializados en cada departamento del país, capaces de brindar tratamientos terapéuticos adecuados para la reparación del daño, que cuenten con herramientas diversas para abordar los niveles de daño que estas situaciones generan.;
• Creación de dispositivos terapéuticos específicos para adolescentes con conductas sexualmente abusivas hacia otros niños, niñas y adolescentes, entendiendo que muchas veces estas conductas son expresión del daño sufrido previamente. 
• Dispositivos de contención sean adecuados y respetuosos de los derechos de los adolescentes. 
• Apuesta por nuevos modelos de abordaje que minimicen la revictimización y la violencia institucional, atención integral a niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual, articulando a todos los actores intervinientes en un entorno coordinado y con un enfoque común.

Además, Lustemberg señaló la necesidad de una mayor implicación por parte de los prestadores de salud, en especial del sector privado, en los Comités de Recepción Locales del SIPIAV que funcionan en cada departamento del país. 

También adelantó que el Poder Ejecutivo prevé reglamentar la Ley de Garantías para la Primera Infancia, Infancia y la Adolescencia (Ley 20376) antes de la elaboración del próximo Presupuesto Nacional, como paso clave, ya que no fue reglamentada en el período anterior.