Días atrás el periodista Víctor Bachetta  estuvo en Mercedes para presentar su último libro “Las historias que no nos contaron 1973” donde analiza los inicios de la dictadura uruguaya.  La oportunidad fue propicia que dialogara con @gesor sobre esta obra su sus impresiones sobre estos hechos históricos que marcaron la segunda mitad del Siglo XX y que en gran medida repercute en la  actual democracia. “La izquierda fue derrotada, pero si tú no reconoces eso, no soy capaz de analizar, por qué. Qué errores se cometieron. Cómo se puede superar. Cómo se puede seguir en la lucha por determinados valores o por determinados objetivos”, comentó.

“Cuando no se quiere reconocer la derrota, no se quiere reconocer errores que cometimos, y entonces se monta una historia que no sirve, no le sirve a las nuevas generaciones, no sirve para renovar las luchas por determinado principio de justicia social, etcétera”.  Agregando “los archivos de inteligencia militar los usan los militares cuando les conviene, cuando les interesa. Eso siempre ha sido así. Pero entonces qué es lo que nosotros no podemos conocer.  Lo que no podemos conocer se convierte en una debilidad”.

Se cumplieron  50 años del golpe de Estado.  ¿Aprendimos algo de aquello?

-“ Bueno, es que justamente mi inquietud para el sacar este libro ha sido que hasta el día de hoy yo creo que todavía no hay un análisis serio, de por qué o cómo se llegó a eso.  Porque las versiones casi predominantes parece que fueron unos grupos de izquierda recalcitrante, unos militares recalcitrantes. Otros dicen que el golpe de Estado fue producto de la intolerancia. O la teoría de los dos demonios,  pero eso no da explicación de por qué se llegó a esa  situación. Eso encubre lo que fue una crisis económica, primero social, después que se inicia a mediados de los años 50, y donde se ponen en juegos dos proyectos de país. O sea, en esos 20 años que van a estar el golpe de Estado que se disputan dos visiones de cómo salir de esa crisis, hacia dónde ir.  Y en ese proceso es que primero, bueno, la crisis social se convierte en crisis política, empieza a ver desprendimiento de los partidos tradicionales e incluso. Después pasa a ser una crisis institucional, sobre todo después del 68 con Pacheco Areco. Es decir que se empieza a pasar por encima de la Constitución,  y  finalmente la clase dominantes y sobre todo a Estados Unidos, el imperialismo tiene mucha incidencia en todo ese proceso,  finalmente para resolver la situación, esa confrontación a su favor, apelan al golpe de Estado. Para mí es esa, es la base del origen de la de la dictadura.

Y la izquierda, formalmente los partidos,  no han hecho un análisis político de todo este proceso  hasta hoy dejamos. Hay que reconocer,  fuimos derrotados. La izquierda fue derrotada, pero si tú no reconoces eso, no soy capaz de analizar, por qué, qué errores se cometieron. Cómo se puede superar. Cómo se puede seguir en la lucha por determinados valores o por determinados objetivos. Entonces la finalidad del libro es hacer un análisis político. S se dice no más terrorismo de Estado. Muy bien; pero si tú no sabes por qué se llegó al terrorismo de Estado, corres el riesgo de que se vuelva a repetir la situación”.

También quizá porque la izquierda ha formado un discurso que no está todo del todo pegado a la realidad. Empezaron a aparecer héroes que no era tales.

-“Pero por eso es una ficción. Cuando no se quiere reconocer la derrota, no se quiere reconocer errores que cometimos, y entonces se monta una historia que no sirve, no le sirve a las nuevas generaciones, no sirve para renovar las luchas por determinado principio de justicia social, etcétera”.

Quizá ahí puede estar la raíz de que actualmente no sólo siga  sin revisarse eso sino que siga intentando ocultarse de parte de la de la verdad. Porque no se entiende por qué la izquierda se opone a liberar los archivos de la dictadura cuando el gobierno quiere hacerlo.

-“Exacto.  Eso para mi es incomprensible, porque el enemigo, para decirlo de alguna manera, o sea, los militares,  los que llevaron a cabo el golpe y la dictadura, conocen perfectamente eso. Si nosotros no lo conocemos, simplemente nosotros estamos en inferioridad de condiciones para actuar. Porque eso ya se ha visto, además.   Los archivos de inteligencia militar los usan los militares cuando les conviene, cuando les interesa. Eso siempre ha sido así. Pero entonces qué es lo que nosotros no podemos conocer.  Lo que no podemos conocer se convierte en una debilidad”.

Y a 5 décadas de aquello, quizá por eso aparecieron en el espectro político del país discursos similares a los previos al golpe. Por ejemplo, con la aparición de Cabildo Abierto, y de personaje tan tirado a la derecha,  que  años atrás parecía que no tenía cabida en el espectro político uruguayo.

-“Eso en buena medida es consecuencia de la salida de la dictadura. La salida de la dictadura, que es otra cosa que hay que analizarla, sobre todo a partir del pacto del club Naval,  no fue una derrota de la dictadura. Los militares se vieron obligados a salir de la forma dictatorial por el Plebiscito del año 1980. O sea, porque no consiguieron validar la nueva institucionalidad que ellos este querían implantar, pero no se fueron derrotados. Es decir, en el pacto del club Naval, de hecho, queda implícito,  porque no está escrito  que ellos vuelven a los cuarteles. No hay un reconocimiento de las violaciones a los Derechos Humanos y de las violaciones institucionales por parte de las Fuerzas Armadas,  y eso no lo hay hasta el día de hoy. Para mí la aparición de. Cabildo Abierto, por ejemplo, es una manifestación,  no de volver atrás, sino de el grado mayor de autonomía que hoy tienen las Fuerzas Armadas y que lo conservaron a la salida de la dictadura”.

¿Y cuál es la salida para conocer la verdad? ¿Cuál sería la solución? Ya todos los partidos han estado en el Gobierno y todos han repetido más o menos el mismo modelo.

-“Primero para conocer la verdad es informarse adecuadamente. Reclamar el acceso a la información, tú sabes que como periodista,  tratamos de hacerlo constantemente, acceder a la documentación porque conocer la historia fundamental para plantearse un futuro.   Y después ver cuál es la realidad de hoy,  y desde dónde hay que partir para recuperar un movimiento social, un movimiento popular,  que sea capaz de impulsar los cambios que yo creo que hoy el país todavía los necesita más que hace 50 años atrás”.

Parece un desafío bastante importante porque hoy en día la sociedad está mucho más desmovilizada que en aquella época.

-“Y claro. Justamente se trata de tener una visión histórica de los procesos. En los años 60 había un movimiento sindical, un movimiento popular con un grado de conciencia política de definiciones programáticas, además, como fueron la definiciones del Congreso del Pueblo,  pero eso no se gestó en poquitos años. Eso fue el resultado de décadas de lucha del movimiento sindical, de los estudiantes, de los obreros. O sea, eso fue lo que gestó ese nivel de conciencia política y definiciones.  Y si hoy tenemos que partir  de volver atrás, bueno serán los años que sean necesarios, pero digamos, el papel nuestro es reconocer la realidad y hacer lo que está a nuestro alcance, mientras estamos vivos”.