El Plan de ordenamiento territorial para zona costera del río Uruguay  delimita  también esa zona del departamento “como una región pasible de preservar”, comentó el  Lic. Aparicio Arcaus. El encargado de Museos de la Intendencia de Soriano fue quien presentó los  componentes patrimoniales que tiene esa zona del departamento, y en énfasis que se puso en este plan que fue presentado en audiencia pública  el viernes pasado.
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Con el Plan de ordenamiento territorial para zona costera del río Uruguay en Soriano se  busca garantizar una optimización de sus valores naturales, patrimoniales, culturales, sociales y económicos, mediante un uso sustentable. Fomentar la conservación y recuperación ambiental, de los paisajes, de los ecosistemas, de los ámbitos terrestre-fluviales y urbano rurales, y en particular en las “áreas de fragilidad costera”.
El Lic. Aparicio Arcaus   al dialogar con @gesor  se refirió a los aspectos  patrimoniales  de esta zona y  los aspectos  contemplados en el documento que se presentó en la audiencia pública.  “Se está manejando que ante cualquier obra, de mediano o  gran porte  se exijan los estudios y evaluaciones de impacto”,  acotando “todo lo que ya  está  establecido en la legislación vigente. En la Ley de Patrimonio, en la  Ley de Medio Ambiente. Incorporarlo a la normativa del plan, para que en función de los antecedentes del área, de la dispersión de los sitios, tanto paleontológicos como arqueológicos que tiene la faja costera del río Uruguay, preservar todo ese espacio como una región, más allá de los  ambiental los sitios puntales que tengamos, tomar en cuenta a toda esa faja costera como una  región pasible de ser protegida”.

Cuando se  habla de perservar, ¿qué podría pasar en un hipotético caso que uno de los emprendimientos que se está  planificando para esta zona pudiera toparse con un yacimiento  arqueológico?
-“Hay varias  medidas que se pueden establecer. Un estudio de  impacto arqueológico  no  evita que el emprendimiento se instale en el lugar. Lo que se  trata de hacer es mitigar el impacto negativo que pueda tener sobre el patrimonio cultural.
En ese caso las variantes son muchas. 
Pongamos un ejemplo, si se va a construir una estructura en un sitio puntual  que sea acotado especialmente, se puede proponer a los responsables que esa obra se  mueva  a un lugar que no afecte a ese sitio. Por otro lado si está en una parte donde inevitablemente no se pueda  mover, lo que se hace es sacar toda la información posible para que todo el patrimonio que hay ahí no se pierda.
Mitigar el impacto es preservar en forma de conocimiento en lo que pueda haber sobre cota cero o en el sub suelo”.