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Para atender las disposiciones establecidas en el Acuerdo de París, Uruguay ha preparado y presentado en 2017 su primera Contribución Determinada a nivel Nacional (CDN), en la que se han incluido acciones que aportan al logro de las metas de mitigación de Uruguay en el sector Residuos. Una de estas acciones plantea la mejora de los sistemas de tratamiento de aguas residuales industriales, con tecnologías que reduzcan las emisiones de metano (mediante captura y quema de biogás en tratamientos anaerobios) alcanzando a los sistemas de tratamiento donde se producen el 30% de las emisiones, condicionado a medios de implementación adicionales específicos.
El tratamiento de aguas residuales industriales representa menos del 1% de las emisiones nacionales GEI (sin contar remociones) de acuerdo al último inventario nacional de gases de efecto invernadero. Si bien ésta no representa una categoría principal de emisiones para el país, resulta de interés ambiental y para el desarrollo sostenible, la adopción y promoción de tecnologías anaerobias más eficientes, que incluyan la remoción de carga orgánica, la captación y utilización de biogás con fin energético o calórico.
Para avanzar en la promoción de estas tecnologías, en el marco del Proyecto URU/18/G31 “Creación de capacidades institucionales y técnicas para aumentar la transparencia en el marco del Acuerdo de París” y con el apoyo del PNUD, se realizó una consultoría nacional realizada por el Ing. Quím. (M.Sc.) Alberto Hernández, y coordinada de forma conjunta por técnicos de la Dirección Nacional de Cambio Climático y de la Dirección Control Ambiental de DINACEA (ex DINAMA) del Ministerio de Ambiente.
De acuerdo a las estimaciones manejadas en la consultoría el sector industrial captura el 18 % de las emisiones de metano generadas en las plantas de tratamiento de efluente que cuentan con esta tecnología. Estas plantas corresponden a industrias vinculadas al sector agroindustrial: cárnicas, lácteas y de bebidas. En varias de ellas la tecnología implementada está al nivel de las mejores disponibles a nivel mundial. Complementariamente se han desarrollado tecnología y capacidades nacionales que pueden ser utilizadas e implementadas en otras industrias del país.
La consultoría identificó las barreras y oportunidades para la aplicación de sistemas de captura de biogás en sistemas de tratamiento de efluentes industriales e identificó instrumentos y políticas que facilitan la instalación y utilización de dichos sistemas para la implementación de la medida de la CDN y el cumplimiento de la meta.
Se recopiló información sobre parámetros operativos en los 9 establecimientos industriales del país que cuentan con sistemas de captura de metano, analizando las tecnologías de tratamiento de aguas residuales y de captura, quema o utilización del metano.
Por otra parte, se construyó un listado de las industrias que aún no cuentan con sistemas de captura pero en las que es viable instalarlos, y se ordenaron según la mayor potencialidad de captura. En base a este orden de potencialidad de captura, se seleccionaron las industrias que en su conjunto generan el 56,5 % de las emisiones, y se estimaron los costos de inversión para instalar sistemas de captura con la tecnología de laguna cubierta, y diferentes opciones para su aprovechamiento (térmico o cogeneración).
Son 14 las industrias seleccionadas (cada una con una contribución superior al 2% en la generación de metano por tratamientos anaerobios de efluentes industriales) sobre las que se realizaron estas estimaciones, y hay varias combinaciones posibles para poder lograr la captura del 30% de las emisiones generadas y poder cumplir con la meta de la CDN si se cuenta con el apoyo necesario.
El costo total estimado para captar y quemar en antorcha el biogás generado en esas industrias varía entre 4,2 y 12,3 millones de dólares dependiendo de los usos que se den al gas generado (quema, aprovechamiento calórico y/o para generación de energía eléctrica). Para algunas industrias, dependiendo del nivel de generación de metano y del combustible sustituido, el periodo de repago llega a ser menor a 10 años y la inversión puede resultar rentable.
Se concluyó que, si se consideran las inversiones necesarias para el aprovechamiento energético del biogás captado del tratamiento de efluentes desde un punto de vista económico (con independencia de los beneficios ambientales), las mismas solamente resultan rentables para el caso de los mayores emisores (efluentes de alto caudal y carga orgánica) y/o para casos de sustitución de energéticos diferentes de la leña, como ser fueloil o gas natural.
Si se consideran los volúmenes de metano que pueden ser captados en las industrias para las que el aprovechamiento resulta rentable, se estaría pudiendo captar más del 39% de las emisiones de metano generadas, adicionales a las captadas en los sistemas de captura ya existentes.
La consultoría también dejó propuestas para la incorporación de información adicionales sobre los sistemas de tratamiento y sobre los sistemas de captura de biogás en las plantas industriales con sistemas de tratamiento anaerobio, en los procesos de autorización y control que realiza DINACEA en función del marco regulatorio vigente.
En suma, para cumplir con la meta de reducir en un 30% las emisiones de los sistemas de tratamiento de aguas residuales industriales al 2025, el país necesita de un esfuerzo compartido entre el sector público y privado. Esta consultoría constituye un primer paso, ya que deja al país con información concreta sobre las barreras y necesidades de tecnología, económicas y financieras, necesarias para avanzar hacia la meta.
Los informes completos de la consultoría están disponibles en los siguientes enlaces:
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