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29 de April del 2013 a las 14:29 -
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El “Abrazo del Monzón”
Hoy en Cardona y en Altos del Perdido se recuerda el 188 aniversario del “abrazo” entre  Juan A. Lavalleja y Fructuoso Rivera.
Hoy en Cardona y en Altos del Perdido se recuerda el 188 aniversario del “abrazo” entre Juan A. Lavalleja y Fructuoso Rivera.

(por Aldo Roque Difilippo) Hoy  se celebra el 188 aniversario del  “Abrazo del Monzón”, un episodio histórico protagonizado entre Juan A. Lavalleja y Fructuoso Rivera cerca de Cardona. Celebraciones que consisten en marchas a caballo que llegan hasta el lugar donde ocurrió.

  

El abrazo

  Algunos historiadores aseguran que no hubo abrazo alguno entre Rivera y Lavalleja. El jefe de la Cruzada Libertadora le perdonó la vida a don Frutos, a cambio de que se sumara a la lucha por la independencia.

El Abrazo del Monzón es uno de los hechos históricos que ha generado controversia en el correr de los años. El 19 de abril de 1825 los patriotas comandados por Juan Antonio Lavalleja desembarcaron en la playa de la Agraciada, iniciando así la gesta emancipadora. Luego de algunas incursiones en la zona, el 28 de mayo de 1825, según una versión difundida durante años, Lavalleja y Rivera se encontraron en un rancho, donde se habría producido el histórico abrazo que selló la unión de estos dos caudillos en la lucha independentista contra las fuerzas brasileñas. Con el correr de los años varios historiadores dieron por tierra esta versión y del tal abrazo sólo quedó el nombre. Según pudo documentarse posteriormente en aquel encuentro Lavalleja literalmente le perdonó la vida a Rivera, que no tuvo más remedio que incorporarse a las fuerzas patriotas.

El Gral. José Brito del Pino en su "Diario de la Guerra del Brasil", escrito durante esa campaña, expresa: "Se pudo ir (Rivera) al galope y cuando llegó, recién se apercibió de su engaño y de que se hallaba prisionero de los mismos que iba a combatir. Como al verlo todos desnudaron sus espadas, creyó que iba a ser muerto y lleno de terror le dijo a Lavalleja: 'Compadre, no me deje Ud. asesinar'.

Entonces Lavalleja mandó que envainasen los sables y le contestó: 'Aunque no merecía otra suerte que morir a mano de sus paisanos a quienes ha traicionado como igual a su patria, he querido demostrar toda la generosidad que nos anima y ver si con conducta tal de nuestra parte, olvida Ud. su pasado de crímenes y traiciones y entra a hacer causa común con nosotros para libertar la patria'. Ya repuesto Rivera de su primer terror, se negó a cooperar, fundándose en que estaba al servicio del Imperio y no podía traicionarlo, añadiendo otras excusas, hijas de su malvada voluntad.

Entonces replicó Lavalleja: 'Pues bien, compadre, piénselo bien hasta la madrugada; si entonces no se ha decidido a volver al camino del honor, será fusilado y la patria vengada'. Se le hizo retirar enseguida a una tienda de campaña guardada por centinelas de vista. (...) Entregado quedó a sus reflexiones hasta las 2 de la mañana, más viendo que el término fatal se aproximaba, mandó llamar al general Lavalleja y le dijo: 'Compadre, estoy decidido, vamos a salvar la patria y cuente Ud. para todo conmigo'. Lavalleja lo abrazó entonces y lo comunicó a los demás".

La verdadera historia de lo sucedido cerca de Cardona en aquel lejano 1825 demoró algún tiempo en conocerse, fundamentalmente por las pasiones políticas que estas dos relevantes figuras históricas generaron en la política de la naciente nación oriental.



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Enviado por: Arrayan
Perdón Aldo, creo humildemente que el título de la nota podría haber sido EL ABRAZO QUE NO FUE Roselló: la historia la escriben los que ganan, por eso no sabemos nada de todo lo lamentable que hizo el traidor de Rivera, como así también durante muchísimos años circulo la historia negra de Artigas
Enviado por: Arrayan
Aldo: me regocijo al ver algo de honestidad histórica, el abrazo de Monzón fue una mentira, eso y muchas cosas mas hizo este caudillo que siempre estuvo de alido servil del poder de turno, además de ser responsable de la masacre de salsipuedes. Hoy en día tenemos a muchos riveras en los partidos politicos que no dudan en ser serviles colabaradores y hacer alianzas con el poder.
Enviado por: Gustavo Roselló
...siempre somos ignorantes,nunca escuché esta versión detallada del acontecimiento.Si así fué mereció ser fusilado, y dejado como precedente en la historia de la Nación,hasta épocas contemporaneas,quien se levante en armas contra las instituciones democráticas,pena de muerte.

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(por Aldo Roque Difilippo) Hoy  se celebra el 188 aniversario del  “Abrazo del Monzón”, un episodio histórico protagonizado entre Juan A. Lavalleja y Fructuoso Rivera cerca de Cardona. Celebraciones que consisten en marchas a caballo que llegan hasta el lugar donde ocurrió.

  

El abrazo

  Algunos historiadores aseguran que no hubo abrazo alguno entre Rivera y Lavalleja. El jefe de la Cruzada Libertadora le perdonó la vida a don Frutos, a cambio de que se sumara a la lucha por la independencia.

El Abrazo del Monzón es uno de los hechos históricos que ha generado controversia en el correr de los años. El 19 de abril de 1825 los patriotas comandados por Juan Antonio Lavalleja desembarcaron en la playa de la Agraciada, iniciando así la gesta emancipadora. Luego de algunas incursiones en la zona, el 28 de mayo de 1825, según una versión difundida durante años, Lavalleja y Rivera se encontraron en un rancho, donde se habría producido el histórico abrazo que selló la unión de estos dos caudillos en la lucha independentista contra las fuerzas brasileñas. Con el correr de los años varios historiadores dieron por tierra esta versión y del tal abrazo sólo quedó el nombre. Según pudo documentarse posteriormente en aquel encuentro Lavalleja literalmente le perdonó la vida a Rivera, que no tuvo más remedio que incorporarse a las fuerzas patriotas.

El Gral. José Brito del Pino en su "Diario de la Guerra del Brasil", escrito durante esa campaña, expresa: "Se pudo ir (Rivera) al galope y cuando llegó, recién se apercibió de su engaño y de que se hallaba prisionero de los mismos que iba a combatir. Como al verlo todos desnudaron sus espadas, creyó que iba a ser muerto y lleno de terror le dijo a Lavalleja: 'Compadre, no me deje Ud. asesinar'.

Entonces Lavalleja mandó que envainasen los sables y le contestó: 'Aunque no merecía otra suerte que morir a mano de sus paisanos a quienes ha traicionado como igual a su patria, he querido demostrar toda la generosidad que nos anima y ver si con conducta tal de nuestra parte, olvida Ud. su pasado de crímenes y traiciones y entra a hacer causa común con nosotros para libertar la patria'. Ya repuesto Rivera de su primer terror, se negó a cooperar, fundándose en que estaba al servicio del Imperio y no podía traicionarlo, añadiendo otras excusas, hijas de su malvada voluntad.

Entonces replicó Lavalleja: 'Pues bien, compadre, piénselo bien hasta la madrugada; si entonces no se ha decidido a volver al camino del honor, será fusilado y la patria vengada'. Se le hizo retirar enseguida a una tienda de campaña guardada por centinelas de vista. (...) Entregado quedó a sus reflexiones hasta las 2 de la mañana, más viendo que el término fatal se aproximaba, mandó llamar al general Lavalleja y le dijo: 'Compadre, estoy decidido, vamos a salvar la patria y cuente Ud. para todo conmigo'. Lavalleja lo abrazó entonces y lo comunicó a los demás".

La verdadera historia de lo sucedido cerca de Cardona en aquel lejano 1825 demoró algún tiempo en conocerse, fundamentalmente por las pasiones políticas que estas dos relevantes figuras históricas generaron en la política de la naciente nación oriental.

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