En el marco del centenario del nacionamiento de Luisa Cuesta, la Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad de Soriano, organizó muestra fotográfica de distintas actividades y etapas de la vida de la recordada referente en la lucha por los derechos humanos, exposición que se llevó a cabo en plaza Artigas de Mercedes, donde el público concurrió en muy buen número, destacándose la presencia de muchos jóvenes interesados en conocer más sobre esta mujer que llegara a recibir el título de Honoris Causa, por su lucha en busca de Memoria, Verdad y Justicia, en la búsqueda de los restos de los detenidos desaparecidos, entre los cuales se encuentra su hijo Nebio Melo Cuesta.
Si bien Luisa Cuesta nació en Montevideo el 26 de mayo de 1920, como hija de padres inmigrantes españoles, teniendo dos hermanos, Gerardo y Deseo, cuando tenía 5 años su madre fallece, quedando a cargo de Carmen, su hermana mayor, hija de un matrimonio anterior de su madre, viniendo a vivir a una chacra en Soriano, por lo que su vida se identificará de ahí en más con este departamento y especialmente con Mercedes.
Es que precisamente realizó los primeros cuatro años de Primaria en la Escuela 32 de ejidos de Mercedes, culminando Primaria Mercedes, cuando ya la familia había pasado a residir en la capital sorianense.
Durante su juventud efectuó estudios de Comercio y Administración, lo que le permitió trabajar como administrativa en el Taller de Chapa y Pintura de Juan A. Farías donde desempeñó tareas durante 23 años.
Se casó con René Melo, quien falleció en forma trágica en 1950. De este matrimonio, nació su hijo, Nebio, a quien debió criar como madre sola.
Su vida cambiará para siempre durante la dictadura cívico militar que sufrió el país, cuando Luisa vivía en Mercedes y trabajaba precisamente en el taller de Farías cuando llegó el golpe de estado en 1973, mientras que su hijo Nebio ya vivía en Montevideo.
A ella -como a muchos mercedarios- le tocó sufrir la detención y el traslado a dependencias del entonces Cuartel "Gral. Luna" ubicado donde hoy se levanta Mercedes Terminal Shopping. Durante su detención fue interrogada por su presunta vinculación con el PCR, le pidieron información sobre su hijo Nebio y que a su vez reconociera personas. Luisa tras su detención y las presiones sufridas en el Cuartel "Luna" con los ojos vendados, fue llevada a Montevideo, ante un juez militar que no encontró "méritos" para procesarla y quedó en libertad, pero de todas maneras la vuelven a llevar al Cuartel "Luna" con los ojos vendados y encapuchada, quedando detenida varios meses más, siendo liberada el 31 de enero de 1974, luego que su hijo Nebio había viajado hacia Argentina. Luisa queda en libertad vigilada debiendo presentarse ante los militares hasta el 1 de febrero de 1976, todos los meses.
El 8 de febrero de 1976, Nebio, su hijo, desaparece en Argentina, luego de lo cual Luisa se radica en Argentina para cuidar de su nieta, fruto de la unión de su hijo con su nuera Alicia.
Desde aquel momento inició la búsqueda de su hijo la que no dejó de lado hasta el día de su muerte, pero ya desde hacía varios años la búsqueda de Luisa dejó de ser solamente por Nebio si no que trascendió lo personal para transformarse en una referente de la lucha por todos los detenidos desaparecidos y fue un símbolo de ello, lo que le valió el reconocimiento de todos los sectores de la sociedad.
Este martes cuando decenas de jóvenes y algunos niños pasaron frente a la muestra fotográfica instalada en la plaza Artigas de Mercedes, dejaron en papelitos algunos conceptos de lo que para ellos identifican a Luisa Cuesta y entre ellos rescatamos algunos: "Símbolo de dignidad y lucha", "Coraje", "Sus ojos muestran amor y lucha", "Amor por uno y por todos", "Nombre de todas y todos", "Ejemplo de fuerza y constancia", "Hace mucho que marcha", "Emblema de lucha y constancia", "Te amo", "Te quiero", "Amor, fuerza y justicia", "Deuda eterna de Uruguay", "Representación de resiliencia, luchadora y justiciera", "Viva en nuestra lucha día a día, boca en boca", "Revolución", "Cuando tengas mmiedo acordate de este nombre ¡Luisa Cuesta!", "Coraje", "Siempre presente hoy y siempre", "Viva en nuestros corazones", "Ternura, amor, lucha constante", "Perseverancia y dignidad", estas son algunas de las frases que escribieron los jóvenes que se aciercaron hasta la muestra, y de esta manera identifican a Luisa.

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