Este sábado está desarrollándose una nueva jornada de "Ni una menos" con el lema de "Ni una menos, vivas y libres y nos queremos" en la lucha contra la violencia hacia las mujeres
con actividades en diferentes puntos de Uruguay. En el caso de Mercedes se realiza concentración y marcha a las 17.30 horas en plaza Independencia con punto de cierre en El Rosedal de la rambla mercedaria.
La oportunidad es propicia para dialogar con la Directora Departamental de Violencia Doméstica y de Género de la Jefatura de Policía de Soriano, Cria. Silvia Cordero, con quien hablamos puntualmente sobre la sociedad sorianense y la violencia que a diario se aprecia. Sobre ello Cordero ante la consulta sobre si somos una sociedad violenta indica, "lo que
puedo ver desde mi lugar en la atención de los casos que recibimos a diario vemos que falta comunicación, se ha perdido de padres a hijos, en la pareja".
¿En tiempos donde reina la comunicación falta la comunicación?               "Claro, porque tenemos mucha comunicación whatsApp, por las redes sociales, todos lo hacemos, con familiares, con amigos, no importa cuan cerca estemos físicamente utilizamos estos mecanismos dejando de lado el contacto cara a cara, de ver, de palpar los sentimientos de una persona, el poder hablar de lo que nos molesta, lo que nos puede diferenciar pero hacerlo civilizadamente y no ir directamente al enfrentamiento primero con la palabra y luego en lo físico. Sacando de lado aquellos casos en que hay situaciones de violencia doméstica específica, se plantean situaciones en las que queda evidenciada claramente la ausencia de diálogo entre la pareja y terminó en una discusión que llevó a una ruptura por los insultos, agresiones, amenazas, en lugar de una comunicación civilizada, eso fuera de aquellos casos donde ya hay una patrón de conducta abusiva".
¿Qué es lo que más se ve violencia entre la pareja o pareja con hijos?
"Entre la pareja, las estadísticas se siguen manteniendo, mientras siga el mito mujer débil hombre fuerte y el hombre es sinónimo de poder, va a seguir existiendo la violencia en la pareja y también con los niños. A la vez tenemos un tercer rango etario que es el de los adultos mayores que sufren violencia, que son los que menos se animan a denunciar por esta cuestión cultural y de valores, ya que consideran que cumplieron su ciclo de vida, que están transitando -dicho por ellos mismos- su camino de regreso y lo que quieren afecto con sus familiares y eso lo sostienen a costa de aguantar que les sustraigan sus dineros, que no le den una correcta atención alimenticia y médica, que muchas veces abusan de ellos en forma física. No quieren denunciar porque entienden que van a perder esa poca demostración de afecto que tienen o ese poco sentimiento de familia. Estamos hablando de generaciones que vienen de familias numerosas, conviviendo todos juntos, hijos, nietos, abuelos, de los domingos en familia, almorzando todos juntos en la casa del abuelo, ese valor cultural no lo quieren perder y por eso no quieren realizar la denuncia. No está en sus planes ir a una casa de salud, es muy particular, en la gran mayoría los rasgos en común son esos".
¿Y en la interna policial cómo se vive este tema de la violencia por que en definitiva los policías son seres humanos como cualquier otro ciudadano, con virtudes y defectos, nacidos en la misma sociedad, con los mismos problemas que afrontar, a veces sin la preparación adecuada y con estrés significativo y encima un arma?
"Los policías somos humanos, dentro de la institución habemos de todo, funcionarios que en caso de ser agresores, no escapa a la ley común de cada persona, que elige, porque está comprobado que no es una enfermedad, sino que elige con quien utiliza ese poder ilegítimo. El estar dentro de la institución policial y eso siempre lo voy a defender, que estamos sometidos a muchas situaciones de estrés, como otros trabajos, pero en la Policía uno lo ve más de cerca, estando cara a cara con situaciones límites, y el no tener un buen acompañamiento, que es lo que le falta aun al Ministerio del Interior, si bien está en la Dirección Nacional de Sanidad Policial contemplado, faltaría respuesta a nivel sicológico, para poder sacar de adentro todo lo que uno va absorbiendo. Si ya hay un funcionario policial que tiene las características de los agresores, el estar dentro del instituto policial, a veces puede exacerbar esa conducta violenta, no quiere decir que todos los policías vayan a ser violentos y todos los policías ejercen violencia pero sí es un factor que a veces aumenta la posibilidad".
¿Cómo juega el retiro del arma reglamentaria?
"A veces juega en contra de las víctimas y explico. Si bien el Ministerio ha hecho todo lo posible para garantizar una vida libre a sus funcionarios, el decreto 111 que es el que regula cuando se recibe una denuncia contra un funcionario policial, lleva al retiro preventivo del arma, luego debe ser sometido a los técnicos, primero de cada Jefatura y luego de la Junta Médica Nacional y se le hará una evaluación y tratamiento para su posterior reintegro o no del arma. Y las medidas administrativas que disponga el Jefe de Policía de cada departamento llámese investigación administrativa, sumario o dependiendo de la resultancia judicial puede incluso llegar a la cesantía de ese policía. Eso tiene a favor que es una herramienta para garantizar a la víctima sus derechos, pero a veces tiene miedo porque no quiere perjudicar a su pareja policía, porque sabe las consecuencias que va a tener. Y si la víctima es policía, volvemos a lo mismo, el mito social, en el este caso es el mito policial. Se viene tratando de hacer entender al policía que si necesita ayuda o pide la asistencia de un sicólogo no necesariamente quiere decir que le van a retirar el arma. Cualquiera de nosotros debemos ser concientes que nos pueden afectar determinadas situaciones y no podemos ni ir a nuestra casa a desagotar esa presión, a veces es necesario decir sí necesito la terapia, con un técnico, pero juega en contra el miedo de decir que le está afectando, que está sintiendo que cuando va a atender a un agresor le invade una rabia porque está frente a una persona que abusó de un niño, eso sería lo normal. Estar sintiendo ello y que necesita sacar esos sentimientos malos, pero está ese mito de concurrir al sicólogo y que le saquen el arma y no es así".
¿Jefatura de Policía de Soriano tiene sicólogo?
"Sí, tenemos".
¿No alcanza entonces?
"No lo piden por el miedo, ni siquiera en Montevideo lo piden donde hay un equipo bien formado en el Hospital Policial, porque está en el colectivo que si pide ayuda le sacan el arma".
Por aquello que si le sacan el arma pierde, por ejemplo, la posibilidad de hacer servicios como el 222, o sea que le bajan sus ingresos.
"Claro, pero no necesariamente implica que pedir asesoramiento sicológicamente le retiren el arma, estamos hablando cuando un policía empieza a ver que su comportamiento empieza a cambiar producto del estrés de su trabajo y que no necesariamente golpee a su esposa o hijos, si no que llegue con mala cara a su casa, todo lo le molesta, debe darse cuenta que algo de la función lo está afectando, ahí hay que consultar. Me gusta ser policía, es lo mío, pero es imposible que un policía no se quede pensando en algo que le preocupó en un procedimiento, son factores que se interiorizan o exteriorizan y allí es donde es necesaria la ayuda".