Cada tanto se plantea públicamente la situación que generan los reiterados abigeatos y a partir de ello otros aspectos que están directamente vinculados, como por ejemplo la incertidumbre del estado sanitario de la carne que llega a la población, a aquella que adquiere donde no corresponde y también a la que de alguna manera va a un lugar habilitado para ello pero no tiene garantías que lo que alli se vende ha cumplido con todas las normas de higiene. Por un lado tenemos la carne producto de abigeato y allí hay diferentes actores que deben cumplir un rol en su combate y a la varias fallas y omisiones en esa labor.

LA POLICIA
Tenemos en la primera línea a la Policía, que si bien cumple una tarea de prevención y disuasiva, en recorridas habituales por diferentes lugares del medio rural, lamentablemente muchas veces, tiene sus propios enemigos en la interna. Cuando se disponen controles aleatorios en rutas y caminos vecinales, hay quienes son parte de la "industria" de la "carne en negro", son avisados en que zona están controlando para que vayan por otro lado, a pesar que los controles se hacen en diferentes lugares y sorpresivos, pero muchas veces esa sorpresa se pierde.
La otra forma en que la Policía puede actuar es efectuando seguimiento de quien se sabe que está trasladando carne de abigeato y es seguido para ver hacia donde la lleva y actuar allí, pero eso necesita de una dotación de hombres que no cuenta.
Otra situación -que alguna se ha dado por estos días- es la de los abigeatos y el traslado de la carne por vía fluvial, allí es necesaria la complementación de tareas entre la Policía y Prefectura Naval, hubo cambio de Prefecto recientemente y deberán instrumentarse los controles pertinentes.
A su vez cuando se consigue detener a alguna persona, se le encuentra carne en su casa que no justifica procedencia pero que por su cantidad claramente no es para consumo propio, se realizan los peritajes a través de muestras de ADN, y si es coincidente, se procesa por receptación, pero no por abigeato, ya que no se logra establecer que hubiera sido el autor del delito y por lo general el procesamiento es sin prisión, por lo que el desaliento gana a los policías que deben hacer un enorme esfuerzo para reunir pruebas y luego el resultado no se condice con ello.
Algo similar ocurre con la faena clandestina, "hay varias carnicerías que están carneando clandestinamente" aseguró fuente policial sin embargo, se ha enterado a la Justicia de diferentes ciudades del departamento y no ha habido -salvo en un caso puntual de Dolores- procesamiento por faena clandestina, donde además de la evasión de impuesto lo más preocupante es el estado sanitario del animal que no ofrece garantías al consumidor.

INAC
Es una de las grandes carencias y a la vez un serio problema para poder enfrentar tanto al abigeato como a la faena clandestina, ya que es el organismo clave para el contralor de las carnicerías, almacenes y todos los lugares donde puedan venderse productos relacionados con carne. Pero aquí hay una primera barrera para actuar con diligencia ante la sospecha de eventual delito. Cuando la Policía reclama la presencia de inspectores de INAC para controlar los comercios, la respuesta es la de ver la agenda y por lo general -salvo que anden la zona- la demora es de varios días, por lo tanto no se puede actuar y cuando efectivamente vienen, la carne del sospechado abigeato, ya se vendió.
Es inadmisible que con la cantidad de funcionarios que revisten en el Estado no haya al menso un inspector de INAC por departamento para poder efectuar los controles en tiempo y forma, parece hecho todo para no conseguir eficacia en la procedimientos.
Sabemos que en ocasiones llegan y no avisan a la Policía, pero resulta que de esas inspecciones casi nunca surgen resultados relacionados con eventuales delitos.

LA INTENDENCIA
En este organismo la potestad es de Arquitectura en cuanto a habilitación de los locales y en el control de la mercadería, del Departamento de Higiene. Tampoco hay la necesaria coordinación con la Policía e INAC para poder actuar, inclusive se ha planteado que previamente debe avisarse a través de comunicado oficial que se saldrá a controlar, lo que es rechazado por la Policía ya que precisamente lo que buscan es sorpresa y de esa manera se perdería ello.
Es indispensable salir a controlar en defensa de la salud de la población, porque se ha tornado común la venta de comidas a través de llamados a número telefónico, a través de delivery, sin que se sepa donde está el local físico en que se elabora la alimentación y por lo tanto se desconoce si está habilitado o no y a la vez si los insumos que se utilizan están debidamente en condiciones sanitarias. Esas garantías hoy no las tiene la población.

En fin por lo que se ve son muchas las falencias y omisiones en controles básicos que deben subsanarse en defensa y dando las garantías necesarias a la ciudadanía y que quienes son parte de la actividad comercial cumplan con las normas que la regulan.