En nota anterior dimos cuenta de la denuncia de algunas madres sobre disconformidad de la alimentación que se brinda en el comedor de la Escuela 41. Con las quejas de estas personas, visitamos la Escuela, dialogamos con la maestra directora quien no está autorizada a hablar públicamente pero nos brindó la información y reflejamos ello en esa misma nota.

Posteriormente una madre que está en posición diferente a las denunciantes, fue recibida por @gesor y acordamos visitar nuevamente la Escuela 41 cosa que hicimos este viernes a las 12.40 y allí dialogamos con esta mamá, cuya posición -que es resaldada otras mamás- reflejamos acá. 

Pidió que se le identificara, Delia Pereira señaló "me duelen las injusticias, eso no se habla ni se dice,  si tienen un problema vienen y hablan con las personas encargadas de ello para decirles lo que no les gusta. Si no les gusta que no los traigan más (a sus hijos), porque de noche en la casa tienen que darle de cenar, ¿o están acostumbrados a comer lechón, ñoquis y todas esas cosas? Lo que puedo decir es que expusieron a una persona que está luchando por la escuela, injustamente, hablando lo que no tienen que hablar, ¿por qué lo hicieron? ¿Por qué no dan la cara? Esas son cosas de chusmas baratas, si no lo son hubieran dado sus nombres y dirección, uno va y habla y se solucionan las cosas".

¿Qué es lo que se les brinda a los chicos en una semana?

"Todos los días un menú distinto, no se repite el arroz y eso que dicen polenta con mondongo es un bolazo, que den la cara y digan quienes son las que hablaron, si hablan a escondidas de donde le dan de comer a sus hijos y los tratan bien, hablarán hasta de sus madres".

¿Todos los niños comen lo que se les da o hay quienes plantean algo?

"No, nadie dice nada, me paré en la puerta a ver si alguien hacía cara fea, nadie dijo nada y todos comieron y salieron calladitos y se les da dos o tres veces cosa que no tendría que dársele.

Se les hace sí un guiso de arroz con mondongo cocido, y que dijeron que las maestras y la directora comen distinto, no, todas comen igual. Pongan la cara, den sus nombres, vamos a hablar como personas civilizadas".

Aclaró que habla "como mamá, por que mi hija también come en el comedor y nunca me ha dicho que no le gustó la comida del comedor, pero la chusma barata lleva y trae y no da la cara, tiene que darla, yo vivo en Tomás Gómez 725, el que quiera ir a hablar conmigo que vaya".