Jenny Escobar, Coordinadora de Mujeres de Negro, Nery Guerra integrante de la Junta Directiva, llegaron a Mercedes invitadas por Alianza Servicio de Acompañantes para participar de una jornada de intercambio con actores de diferentes ámbitos de la sociedad teniendo como tema central del encuentro el de la Violencia de Género. 

Fueron recibidas por el Director de Alianza, Dr. Noel Moreira Rodríguez, la Lic. en Sicología Rosario Moreira, la Lic. en Enfermería Adelina Alayón, la integrante del grupo de apoyo Estrella Charlín y la referente de REMSO (Red de Mujeres Soriano), Ana González.

En diálogo con @gesor señalaron que este colectivo brinda primera escucha y orientación a las víctimas de violencia de Género, pero Jenny sin dejar de venir periódicamente a Uruguay estuvo viviendo muchos años en España donde tuvo experiencia en el trabajo con mujeres rurales, al regresar a vivir en Uruguay vio que había muchas organizaciones que desarrollan tareas "con la víctima" y ella pensó en algo diferente, "en una organización de Mujeres de Negro que no nos dedicáramos a atender a las víctimas, las asesoramos pero no atendemos, y no veía que el tema de la violencia estuviera en la calle. Con Margarita Mariños pensamos que podíamos utilizar el perfil de Mujeres de Negro en España, una organización que se viste de negro en señal de luto por las víctimas, se manifiesta en silencio por la voz que se le ha quitado a las mujeres en la historia y se manifiesta siempre a la misma hora, en el mismo sitio, ni un minuto más ni un minuto menos, poniendo en la agenda de los transeúntes el tema de la violencia. La primera perfomarce que hicimos fue las sillas vacías con los nombres de las víctimas, en Soriano con las 13 mujeres asesinadas, a nivel nacional 600 sillas vacías en 600 hogares uruguayos y así seguimos, porque lo nuestro es machacar y machacar".

Sobre el momento que vive el país Jenny señaló que lo que va a de este año "fue un choque impresionante que en enero hubieran asesinado a nueve mujeres, dos hombres y un bebé, nunca había pasado. Ahora mismo hay 15 femicidios, tres hombres y un niño. Dos de los hombres asesinados por otro que había matado a una mujer, y ahora hay otro en el hospital, muy grave, porque asesinaron a una mujer y le tiraron al hermano. Por un lado esto es espantoso, pero por otro, hay 29.700 denuncias del año pasado, de mujeres que dieron el primer paso para poder salir de la violencia".

Sobre la aplicación de las pulseras, considera que ha sido efectivo, "resguardan la vida de las mujeres, quisiérmamos que hubiera mucho más pulseras y se extendiera al Interior del país, hasta ahora es en la zona metropolitana que se aplica. A pesar de las críticas son efectivas, resguardan, están monitoreadas y le avisan a la persona que está a tantos metros, es un poco estresante para quien la usa, porque si pasa a 500 metros suena, ante la posibilidad que sea asesinada, vaya que es admisible ese estrés".

Amplió señalando "son 329 pulseras que se usan, hay 329 a las que no se han acercado, cortaron la pulsera cuatro hombres y una mujer, pero son 329 víctimas resguardadas. A fines de marzo se va a empezar a usar en Maldonado. Queremos que las pulseras estén en todos lados, entendemos que no todo puede ser punitivo, pero que haya 29.700 mujeres que han denunciado ser agredidas, la mayoría de las veces por su ex pareja sentimental, y que las penas sean de 12 a 13 años pero que con buena conducta salgan a los 5 o 6 años. Estos señores siempre tienen buena conducta porque la violencia es poder y control, no es una cuestión de venganza cuando pedimos dureza en las penas, si no Justicia para las familias. No puede ser que te mat

en a hija, hermana, prima, un pariente, y a los 5 años sale. ¿Cuánto vale una vida de una mujer en este país? cinco años. Si tenés 30 años, salís a los 35, es horrible".

Ana González se refirió a aspectos vinculados a las leyes, "la Ley de Violencia Doméstica está desde el 2001, se comenzó a aplicar en el 2002, paralelamente se reclamó que capacitaran jueces, policías, porque una ley no soluciona la cultura de quien va a aplicarla y ahí hay un nudo. Recorrí el Litoral hasta Bella Unión, entrevistándome con las comisiones departamentales, los jueces, y todos opinan distinto, queda muy librada a la interpretación a quien toma decisiones ya sea juez o fiscal, al que le corresponda y ahí la mirada cultural del tema es como lesiones y dicen que no pueden aplicar la ley. Por otro lado vas a la Policía y allí te dicen para qué vamos a trabajar si después igual el juez determina otra cosa y el juez dice que la Policía no le brinda suficientes elementos. Es complejo, pero el meollo de nuestra cultura está puesto en que no debería existir la ley de Violencia Doméstica, que es un invento de la mujer, si ya estaba previsto, si ya están las lesiones. Ahora que estamos pidiendo el femicidio se alzaron voces de inmediato rechazándolo, porque si se crea esa figura la mirada es muy diferente y no va a salir en 5 años, no es que mató a una mujer, sino que colaboraste en matar mujeres".

Jenny Escobar ante la consulta sobre como se ve el tema desde la sociedad fue crítica, "tengo 60 años y me permito algunas licencias que no son poéticas, es una sociedad muy hipócrita, vamos a las marchas, hacemos esto y lo otro, sabemos que pasa en nuestra casa, aquí somos seis mujeres, dos de nosotras según las estadísticas sufre violencia, hay tres hombres, uno de ustedes ejerce violencia, no tiene por qué ser así pero es lo que surgió de las estadísticas del Instituto Nacional de las Mujeres, es muy fuerte pero la verdad. Una de cada tres mujeres dice haber sufrido violencia. En el Ministerio del Interior se informó que de cada diez mujeres, siete han sufrido alguna forma de acoso o violencia, no solamente en la casa, callejera. Es muy hipócrita que cerremos los ojos a la realidad. A mi me gusta hablar sobre lo que es el amor y la equidad dentro de la familia, como es el trato en la familia, porque la indiferencia también es violencia, hacia la madre o el padre que trabaja, desde los hijos, nosotros trabajamos toda la violencia no solo el femicidio y sabemos que hay hombres que sufren violencia, pero no de género. Debemos hablar más, decir palabras más sencillas también, pero toquémonos un poquito el corazón, ¿no conocemos a nadie que sufre violencia y destrate al otro?".

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