A comienzo del año en curso, tomamos conocimiento de un comunicado que emitió la Federación Rural del Uruguay, en el cual expresaba sus sentimientos de los mejores deseos a los nuevos gobernantes, que asumirán el próximo primero de marzo y para que tengan la capacidad de guiar a nuestro pueblo por el mejor camino.

Como es sabido, esta Federación fundada en 1915, es una de las organizaciones de productores agropecuarios con mayor incidencia a nivel gremial, más allá, de que esta considerada afín a los sectores más conservadores del espectro político nacional, compartimos la esencia del comunicado de referencia, donde establecía en su parte medular y en forma textual: “las urnas hablaron y expresaron la decisión del Pueblo Uruguayo. Un nuevo Gobierno comenzara en marzo y son muchos los desafíos que le esperan.

A los nuevos gobernantes, nuestros deseos para que tengan la capacidad de guiar a nuestro pueblo, por el mejor camino”.

En función de cumplir con la reglamentación, en lo que a tiempo respecta en estas previas, es que procedemos a resumir a lo sustancial del referido comunicado, que seguía llamando a hacer

“votos por un País unido, donde no haya vencidos ni vencedores. Un País de Uruguayos que podrán pensar diferente, pero que son todos hijos de la misma tierra”, agregando también que es necesario que “hagamos votos por un País sin rencores, por un País fraterno y solidario”.

El documento de los ruralistas también enumeraba once valores que entiende necesario fortalecer, cosa que compartimos, a saber:

-LA FAMILIA como base de una sociedad civilizada.

-LA EDUCACION como pilar del crecimiento personal.

-LA SOLIDARIDAD como obligación ineludible.

-LO ETICO como principio básico.

-LA INTEGRIDAD como primer orgullo.

-LA RESPONSABILIDAD de nuestros actos y de nuestras palabras.

-EL ORDEN Y LA LIMPIEZA como forma de vida.

-EL DESEO de superación.

-EL RESPETO a las leyes y a los reglamentos.

-EL RESPETO a los derechos de los demás.

-EL AMOR al trabajo.

Todo lo expresado en el comunicado precedente ha sido muy inspirador y se me ocurrieron un par de preceptos, diciendo y haciendo, o predicar con el ejemplo.

Porque expreso lo antes dicho.

El pasado 30 de diciembre fue despedido el trabajador rural Daniel Silvera, quien fue protagonista de uno de los spots del Frente Amplio “Uruguay cambio en mi”, donde se destacaban conquistas de los trabajadores rurales apoyados por el Gobierno, entre otros.

Por otra parte, éste trabajador figuraba en la categoría de peón, cuando en realidad cumplía las labores de capataz en dos de los catorce establecimientos rurales de su ex patrón.

Las diferencias que ambas partes mantienen por indemnización, se centran en las horas extras, aguinaldo y salario vacacional de dos años y medio a esta fecha.

El mencionado trabajador cobraba $12.200 como peón y estaba a cargo de dos estancias que estaban a 70 kmts. una de la otra.

No tenia días de descanso, no le pagaban horas extras, ni salario vacacional y no tenía licencia.

Tampoco tenía ayudante ni horario, según se desprende de las actuaciones judiciales de la demanda laboral instalada desde el 29 de enero en Tacuarembó, con más de 30 documentos de prueba y una serie de testigos que van a aportar la información correspondiente.

Al respecto, el Presidente de la Federación Rural, manifestó que la Institución “tiene conocimiento del caso y es un tema que preocupa mucho”.

Por lo expuesto, me pregunto:

Cuantos casos de trabajadores rurales de nuestro País, pasan por similares situaciones?

Cuantos Daniel Silvera viven en el Uruguay profundo?

Cuantos empleadores cumplen y hacen cumplir los postulados proclamados por la Federación Rural del Uruguay y las Leyes vigentes para con sus empleados?

No alcanza solo con buenos deseos y después borramos con el codo, lo que escribimos con la mano.

Estoy seguro que son los menos, por lo que digo, Señores de la Federación Rural, mientras no cumplan con lo proclamado en su comunicado, al cual hicimos referencia y no hagan cumplir las leyes vigentes a sus asociados, no tienen autoridad moral de reclamar al Gobierno Nacional la gestión que deba realizar, en cuanto al sector respectivo.

Solicito, Sr. Presidente, que mis palabras sean derivadas a la Federación Rural del Uruguay, a la Asociación Rural de Soriano, al Ministerio del rubro, a todas las Juntas Departamentales del País y a Presidencia de la República.

Muchas gracias.

JORGE MARABOTO GIOIA