Tal como estaba previsto para este sábado 19 de abril, la Asociación Patriótica de Soriano llevó a cabo el acto central de conmemoración del 189º aniversario del “Desembarco de los Treinta y Tres Orientales” en la playa de la Agraciada, donde luego de la entonación de las estrofas del Himno Nacional, la parte oratoria estuvo a cargo del Representante Nacional José Amy.

EL TEXTO COMPLETO DEL DISCURSO DEL DIPUTADO AMY:

19 de Abril de 2014 Playa de la Agraciada, Soriano Uruguay.

Sr Intendente, Sres. Representantes Nacionales, Sra. Pta. de la HJDS, Sres. Ediles Dptales, Sr Alcalde de Dolores, Sres. Concejales Autoridades civiles y militares, público en general.

  El alejamiento del Gral. José Gervasio Artigas de la lucha, a partir de 1820, permite consolidar la dominación portuguesa-brasileña sobre nuestro territorio.

Mientras tanto en Europa y  a manera de antecedentes se producía la revolución  del 1 de enero de 1820 en España, el estallido había sucedido en Cabezas de San Juan Sevilla, y fue acaudillada por el Cmte. Rafael Riego.  Esta movilización  tuvo una gran repercusión, en los territorios europeos, entre ellos Portugal, influenciando el estallido de la revolución de Oporto, de tono liberal, en pro de una Constitución similar a la española de 1812, exigiendo el regreso del monarca portugués, residente por aquellos tiempos en el actual Brasil.

El 21 de abril del año 1821 el rey Juan VI, atendiendo los reclamos y a las urgencias de Portugal había regresado al continente europeo. En Montevideo el 15 de julio de 1821 quedó instalado el Congreso Cisplatino, y fue Larrañaga quien fundó la opinión favorable, a la incorporación a Portugal de nuestro territorio, como Provincia Cisplatina bajo “determinadas condiciones”, sumándose al Reino Unido de Portugal, Brasil, Algarbe.

Mientras el espinoso tema de la incorporación de la Provincia Oriental era tratado en las Cortes de Lisboa, las discusiones fueron interrumpidas por la noticia de la Independencia del Brasil, proclamada en el Grito de Ipiranga un  7 de setiembre de 1822. Este hecho será fundamental para los futuros acontecimiento en la Provincia Oriental, pues la independencia de Brasil generó la división entre las fuerzas luso-brasileñas de ocupación, generándose dos bandos irreconciliables, por un lado los brasileros con Lecor al frente y por otro los denominados “voluntarios reales”, cuyo  jefe era Costa de Souza fieles a Juan VI, también su bando “los talaveras o lusitanos”.

Las primeras acciones aprovechando esa serie de acontecimientos favorables, cuyo objetivo es terminar con el dominio del Imperio del Brasil, tuvieron su primera expresión en 1823. La mala administración del Capitán General y Gobernador de la Provincia, Gral. Carlos Federico Lecor, trajo gran descontento en comerciantes y hacendados contribuyendo a preparar el terreno para el inicio de la “CRUZADA LIBERTADORA”.

Es por esa época también, que se conforma la Sociedad política “Los Caballeros Orientales”, cuyo central objetivo es trabajar por la liberación de su Provincia natal de los “Poderes intrusos” de Portugal y Brasil.

Dicha Sociedad tuvo sus órganos de publicidad, los que ayudaron a formar paulatinamente una opinión favorable a la causa,  destacamos: el Periódico “La Aurora” dirigido por el Gral. Antonio Díaz y también después “El Pampero” dirigido por Díaz, Santiago Vázquez y Juan Fco. Giró, donde cada vez más y de forma más abierta se comenzaba hablar de los nuevos vientos que se aproximaban.

Por otra parte en la campaña oriental también se comenzaban a producir nuevos acontecimientos, una vez  liberados los antiguos jefes y lugartenientes de Artigas, provenientes desde las Islas das Cobras, como Lavalleja, Berdún, Llupes, Ojeda, promoverán reuniones y darán los primeros movimientos preparatorios,  a la revolución del XXV. Conocidos por la Historiografía Nacional como los “conatos revolucionarios de 1822 y 1823”, serán intentos o ensayos exploratorios, que tendrán en Lavalleja unas veces como su principal protagonista, u otras veces al Cabildo de Montevideo.

Este  electo en diciembre de 1822, prosiguió y dio más  amplitud a sus trabajo revolucionario,  resolviendo negar obediencia a Lecor, mientras Lavalleja y Rivera se niegan por desconfianza, a asumir la dirección militar del Ejercito Independiente, con lo cual y ante la falta de solidaridad de los países vecinos termina el último intento de desobediencia y subversión, por lo que deberemos esperar a los acontecimientos que hoy conmemoramos para  obtener nuestra libertad.

Mientras tanto en Buenos Aires también las noticias generaban una situación favorable a nuestros intereses, cuando la noticia del triunfo de los patriotas sobre los españoles en la Batalla de Ayacucho llegó  a Buenos  Aires en Febrero de 1825, aquella margen del Plata se vistió de fiesta para celebrar tal acontecimiento, prolongándose los festejos por más de tres días.

La nota destacada y diferente la proporcionaron los periódicos bonaerenses de entonces, quienes además de referirse a Ayacucho, se ocupaban con inusitada  preocupación, de sensibilizar  sobre la situación en que se encontraba la Provincia Oriental. Sometida por entonces a la dominación brasileña, demandaba tal atención que incluso como nos comenta el Prof. Alfredo Castellanos, el tema había sido motivo de preocupación del mismo Gral. Simón Bolívar, quien se interesó por la empresa libertadora para nuestro territorio. Es de destacar también atendiendo  a los comentarios de Castellanos que la victoria de Ayacucho, había sido  festejada por algunos orientales, en  las afueras de Montevideo, en un claro acto de desacato y provocación.

Con estos antecedentes los Orientales henchidos de sentimientos libertarios, comienzan a llevar a cabo los preparativos para la empresa libertadora, pues la coyuntura admirativa era inmejorable y era el momento para aprovecharla, así se llevarán adelante las reuniones preparatorias en la casa de Pascual Costa.

Otro elemento a tener en cuenta, que significó un catalizador fundamental fue la coyuntura económica. El tratado de comercio celebrado entre las Provincias Unidas del Río de la Plata e Inglaterra, generaba las condiciones necesarias para que los grandes saladeristas, se interesaran por el tema de nuestra Provincia Oriental y vieran la necesidad de participar en la empresa liberadora,  como una inversión económica, en la medida que este territorio ofrecía múltiples ventajas para la industria que ellos representaban. Así fue como se fue facilitando la tarea de la comisión encargada de la recaudación necesaria para los aprestos de la Cruzada. Si lo que se pretendía era que el   negocio de la industria saladeril y sus  ganancias no continuaran yéndose a Brasil,  mediante el acarreo de ganado en pie desde nuestro territorio, con lo que se podría terminar con la materia prima, se debía de apoyar la empresa libertadora como una forma de recuperación la plaza mercantil.

Lo planes si bien eran conocidos por los agentes de Lecor en Bnos. Aires, nada impidió que los mismos continuaran manteniendo firme el objetivo de Liberar, la Provincia Oriental de los opresores brasileños.

Así en dos grupos zarparon de las Playas de San Isidro  y Quilmes en la Provincia de Buenos Aires, los días 1ro y 15 de abril de aquel glorioso año XXV, en la noche del 18 partieron con destino al tierra oriental desembarcando aquí en la Playa de Agraciada  en el amanecer del día 19 hace 189 años, iniciándose la gesta Libertadora de los 33, enarbolando la bandera tricolor Artiguista, con el lema de “LIBERTAD O MUERTE”.

Aquel lema con la impronta de liberar la Patria o Morir en el intento, nos reflejan fielmente el grado de compromiso, que tenían los 33 y su incipiente ejército, pero los acontecimientos posteriores, que permitieron la incorporación de Rivera en Abril ,   y acciones como la del Sitio a Montevideo en Mayo,  o la instalación de la Sala de Representantes en agosto, con su obra legislativa fundacional, o la Batalla de Rincón en setiembre o la del Sarandí en octubre, aportarán el fermento fecundo y consistencia para  ver la aurora de la libertad definitiva.

Hoy con el compromiso de siempre y más aún en estas tierras patrias que habitamos, protagonistas de hitos fundacionales, de procesos revolucionarios, a lo que les encontramos vital vigencia, de vibrantes motivaciones,  de ejemplos en valores, de integridad, de prioridades establecidas por aquellos que jamás postergaron la Patria, a cualquier prioridad  personal, por lo que sólo nos queda como desafío reafirmar, esos mandatos sagrados, como un deber patriótico impostergable,  e ineludible. 

Hoy al conmemorar el 189 aniversario de la Cruzada Libertadora del 19 de Abril de 1825, celebramos  sin  dudas una de las gestas hispanoamericanas más épicas y brillantes del S XIX.

La gesta marca sin dudas una de las grandes paradojas históricas, donde muchas veces "los menos, son más", una epopeya, una memorable instancia de unos pocos luchando por un ideal. Tomémosla como ejemplo para la posteridad, perseverando en la búsqueda incesante de mejores destinos, y a veces  auqnue todo parezca duro, sin vueltas, perdido, profundamente conscientes de lo duro que será el camino, hay que enfrentarlo de cualquier manera, invirtiendo en él nuestros mejores esfuerzos, sabedores que quizás ni siquiera nosotros veamos la recompensa, porque ella llegará en un futuro, que esperamos sea cercano. 

Somos depositarios de semillas de esperanza, tenemos todo para ser un gran país: un clima estupendo, tierras fértiles, agua, el recurso más codiciado del futuro al que tenemos que cuidar y preservar, tenemos la gente con ganas trabajar y de hacer bien las cosas, que sin ninguna duda son los más, pues vayamos entonces juntos por ese Uruguay, con el legado de un gran pasado, pero fundamentalmente construyendo a partir de él, un gran futuro, pero es de nosotros, de todos nosotros  sin exclusiones de ninguna clase, que dependerá ese destino...

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