La verdad que el relato es no solo conmovedor sino que ademas muestra una madurez y una forma de mirar la vida y el mundo que exceden a un joven de 18 anios. Sin dudas que eligio emprender uno de esos viajes de los que habla y me pongo a pensar en la mama. Muchas veces, y lo digo porque mi hermano se enfrenta al mismo padecimiento, los padres se sienten impotentes y hasta frustrados cuando un hijo no encuentra el camino sin drogas. Pero sin lugar a dudas, esa mama, Juanita, se debe sentir muy orgullosa del hijo que tiene, porque aun emprendiendo el viaje no deja de ser un guri con pensamientos claros. La droga no es una situacion facil de lidiar, mas en una sociedad que tiende a la marginacion de los problemas sociales o de las elecciones de las personas. Sabemos que la adiccion a la droga genera un efecto boomerang pero no cuentan los muchachos con ayuda de personas que sepan que hacer. Como familia y como padres siempre seremos improvisados porque el afecto no nos permite ver la forma real de ayudar a quienes necesitan, como dice Juanchi aunque sea una voz de aliento. Un abrazo a Juanita.