Comprendo vuestro enfoque, pero… Lamentablemente las pasiones humanas se han visto desbordadas en los más diversos planos, y el deporte no ha sido la excepción. Una cosa es seguir a un equipo, sus colores, alegrarse en el triunfo, abatirse en la derrota. Y muy otra es dejarse llevar por la pasión, el fanatismo y pensar que todos están contra nuestra “querida institución”. Malamente esos cuasi delincuentes enquistados en las hinchadas terminan provocando verdaderas tragedias con heridos y muertos. Pero atención que estos mal llamados “barras bravas” no son los únicos “fanatizados”. He podido apreciar a gente “de bien” y no dudo que lo sean en la vida normal diciendo BARBARIDADES a los árbitros, rivales y cualquiera que no piense como ellos que “los están mandado al bombo”. En suma, dando por sentado que hay personas de todo nivel socio cultural que por defender sus colorcitos pierden el RESPETO por el prójimo, no veo mal que las autoridades tomen sus recaudos. No estuve en el estadio el sábado, en parte le doy la razón a Agesor, pero está aquello de “más vale prevenir que curar”… Gracias.