El próximo paso es el retiro de este material inutilizado (metales, plásticos, etc.) por parte del comprador surgido del llamado público realizado a tal fin.
Cabe indicar que dado el importante número de motos incautadas mensualmente, se concreta cada determinado tiempo un proceso que incluye varios pasos. Primero se hace la investigación de cada vehículo incautado, se chequea documentación en registro informático y se hace revisión de número de cuadro, número de motor, chapa matrícula (si la tiene). Después se efectúa la publicación en la prensa, donde se notifica a sus propietarios para que regularicen y las retiren luego de pagar las multas correspondientes, en caso de no hacerlo se da de baja al birrodado, declarándolo como chatarra.
Posteriormente se desarman y se hace un llamado a interesados en adquirir los restos de las motos inutilizadas. El proceso de desarme incluye la destrucción de todos los componentes para evitar su reutilización en el mercado, así como también el retiro de los materiales contaminantes, en especial los fluidos del motor.
El procedimiento en general, desde la incautación hasta su venta como chatarra es bastante habitual, y demora varios meses de acuerdo a la cantidad de motos que se van a destruir.





