El lanzamiento contó con la presencia del presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, así como la integrante de la Fundación de UNTMRA, Daniela Durán; el presidente de Inisa, Jaime Saavedra: y el escritor Ignacio Martínez, autor del libro “Yo también tengo mi historia”.

En su exposición, Abdala destacó la importancia de esta actividad y resaltó la labor del movimiento obrero que continuamente está buscando “extender su mano hacia la sociedad".

“Somos un movimiento obrero basado en la unidad. Sabemos que a la población trabajadora nunca nadie le ha regalado nada, y que cualquier avance depende de su nivel de unidad, de conciencia, de organización y de acción colectiva”, expresó el presidente del PIT-CNT.

Según dijo, estas capacitaciones buscan brindarle educación a 500 adolescentes con el objetivo “de cambiar sus trayectorias de vida”.

“El lugar de trabajo es un ámbito de construcción de valores, de construcción de solidaridad y de construcción de conocimiento. Por eso, para nosotros es tan importante que este convenio se llene de propuestas de todos los gremios que permitan a los chiquilines en conflicto con la ley encontrar una perspectiva de un lugar de trabajo en el cual construir su vida. Este acuerdo, por el que los jovenes van a aprender determinados oficios, les va a permitir, en un futuro, trabajar de eso y tener su salario”, señaló Abdala.

Explicó que desde el PIT-CNT se impulsa una estrategia nacional de desarrollo que permita a la gran mayoría de la población uruguaya “vivir dignamente de su trabajo”. En ese marco, sostuvo que este acuerdo permitirá ir en esa dirección al posibilitar que adolescentes y jóvenes adquieran capacitaciones que les van a ser útiles tanto para el presente como para el futuro.

“Si la sociedad no da respuesta desde el punto de vista humano y solidario, lo que queda, probablemente, es la reincidencia. Para nosotros es bien importante porque los chiquilines no solo se capacitan, sino que conocen otros trabajadores y conversan sobre valores”, afirmó el presidente del PIT-CNT.

Y consideró que estas experiencias puntuales “deben convertirse en una política pública que trascienda las administraciones y en donde las personas privadas de libertad puedan salir del delito sobre la base del trabajo”.

Por su parte, Jaime Saavedra, presidente de Inisa, también manifestó la importancia que la firma de este convenio tendrá para los jóvenes.

“Es algo que les da a los jóvenes un enorme empuje y una enorme ilusión y que les va a permitir capacitarse y tener mejores posibilidades”, indicó.  Y agregó: “Cuanto más trabajo, más educación, más recreación, más deporte, más cultura, va a ser mejor para los jóvenes”.

En tanto, Daniela Durán, integrante de la Fundación UNTMRA, explicó que esta iniciativa surge a raíz del problema social que hay en el Uruguay, en relación a la privación de libertad y a la falta de oportunidades.

En ese sentido, desde la Fundación UNTMRA, decidieron apuntar a los menores recluidos en centros del INISA, con la idea de que sea el primer escalón “para poder dar la oportunidad a otros privados de libertad”.

Los cursos, informó Durán, se brindarán en la Colonia Berro e incluirán, en un principio, a 500 menores.