En éste día, recordamos al compañero Luis Moreira caído en su lugar de servicio en un hecho delictivo. Esta situación lamentable, reafirmaba la lucha que nuestro sector venía dando en ese entonces para que las empresas de seguridad, brindaran un chaleco antibalas por cada trabajador en el servicio.
La muerte de Luis, pudo evitarse si tan solo se hubiese escuchado a los trabajadores en sus reivindicaciones.
Esta muerte, fue la primera de tantas otras que fueron sucediendo lamentablemente para que las autoridades del momento y las empresas de seguridad, escucharan nuestros planteos. Hoy el accionar delictivo es otro y eso hace necesario continuar trabajando en mejorar la formación de los trabajadores, el  cumplimiento estricto de las normativas vigentes por el sector empleador y un Estado fiscalizador de un correcto cumplimiento de todas las resoluciones, que lleven a minimizar el riesgo en los lugares de trabajo.
NI UN MUERTO MÁS!