
En el balotaje el Interior del país terminó dándole en con mayor amplitud el triunfo a la fórmula presidenciable del Frente Amplio sobre la del Partido Nacional que se transformó en la de la Coalición Republicana, que tiene como tal una concepción y aceptación más montevideana y metropolitana, que en el resto del país aun no se consolida y lejos está de serlo, ya que predomina más allá de ciertos acercamientos puntuales a los caudillos locales, la división partidaria histórica.
Y hoy con el diario del lunes, se consolidaron algunas presunciones que durante las giras y conferencias de prensa fuimos planteando en la campaña de las Internas, y especialmente hacia las Nacionales de octubre, que quienes vivimos en el Interior entendíamos que la inesperada pérdida de la figura de Jorge Larrañaga, en el momento de mayor madurez política y con una alta visibilidad y muy buena receptividad en su gestión pública al frente de algo tan sensible como el Ministerio del Interior, representaba el desafío más importante para el Partido Nacional en los últimos 30 años, ya que en los peores momentos de esta fuerza política había sido quien desde el Interior hizo resurgir al Partido sin contar con el apoyo interno de varios dirigentes que sus momento priorizaron lo personal a lo partidario y al país.
Quienes llegaron a Mercedes en campaña electoral y fueron parte de conferencias de prensa en la Departamental nacionalista escucharon la pregunta en varias ocasiones sobre como iban a hacer disimular esta ausencia que iba a repercutir en el Interior del país, bajaron el perfil del tema y todos dijeron tener o ser ellos mismos en sus sectores representantes de ese sentir wilsonista transformado en una forma de hacer "a lo Larrañaga" de las cosas.
Y nuestra repregunta siempre fue, que quizás ellos se autopercibían como tales, pero que quienes iba a definir si efectivamente representaban esos ideales de Larrañaga, era la gente y hoy quedó demostrado tanto en octubre como noviembre.
Y allí debemos destacar a, al menos, dos dirigentes que siempre estuvieron junto al líder y nunca lo abandonaron, aun cuando desapareció físicamente, el Senador Carlos Camy y el Intendente Guillermo Besozzi, y que en determinado momento cada uno representando a sus electores en sus departamentos fueron sumados al acuerdo con Javier García y con exgrupo de los Intendentes, o sea no Herreristas y fueron ellos los que mejor desempeño tuvieron aun ganándole al oficialismo del presidenciable.
El resto de los dirigentes que decían representar los ideales wilsonistas que ya en estos tiempos por el paso del tiempo se reflejaban en el accionar de Larrañaga, algunos ni siquiera fueron electos y otros salieron "de rebote" gracias a alianzas.
Hoy el Frente Amplio, que el propio "Pepe" Mujica se cansó de decir que tenía un problema esta fuerza política con la llegada al Interior, incluso lo patentizó cuando en la interna dijo "con Cosse perdemos porque en el Interior no la conocen", en referencia a que Orsi era el elegido por su vinculación con el Congreso de Intendentes y por ser un hombre del Interior más allá de ser metropolitano, mejor dicho canario, pero sus pares intendentes lo tenían bien visto, y Mujica sabía lo que decía, aunque fuera inconveniente para la interna partidaria. Y hoy la realidad le vuelve a dar la razón.
Mientras que enfrente, el Partido Nacional y fijense que no decimos el Gobierno, porque en ese sentido la descentralización en cuanto a obras se notó y ahí tenemos otro problema endémico que es la mala o falta de comunicación adecuada de lo hecho, que amerita otra nota, no supo ni pudo disimular la ausencia de Larrañaga.
Ese hombre que incansablemente recorría durante los cinco años cada uno de los pagos del Interior, estaba en permanente contacto con los Intendentes, tenía ese diálogo franco, directo, discutidor con la propia gente a la cual siempre escuchaba y por encima de todo, la defensa intrínseca del hombre del Interior hacia la Capital, nunca dejó de sentirse un hombre del Interior y ello marcó su accionar en política.
Esa ausencia el Partido Nacional no la supo ni pudo disimular, y lo pagó caro porque terminaron peleando en una interna por agrandar otros sectores y muchos dirigentes buscaron el calorcito de un cargo ante la ausencia del lider para asegurarse el bienestar personal, dejando de lado la lucha de quien había dado su vida por el país y por el Partido Nacional.
Hoy cuando a nivel de todos los medios del país se hacen evaluaciones, desde @gesor no queremos soslayar esta ausencia que entendemos fundamental para el desarrollo en lo previo y en el resultado de los comicios.