Me quiero referir esta noche al fallecimiento de Don José Olazarri, quien, en primer lugar, fuera un correligionario afín, aunque sin mucha militancia, pero en sus últimos tiempos claramente identificado con el jorgismo la lista 15 del Partido Colorado.

Quizá esto sea lo menos importante en términos generales de la ciudadanía, por lo que me gustaría hablar principalmente de su obra en beneficio directo de la comunidad toda.

En forma primordial de sus libros, que tanto han aportado a la cultura y la historia de nuestro departamento, particularmente de pequeños poblados del interior profundo de Soriano.

Son auténticos documentos con la puesta al día de los conocimientos autóctonos de nuestro terruño.

Entre otras cosas, fue también autor de una breve historia de Mercedes, publicada en capítulos por el Diario Crónicas de nuestra ciudad, en oportunidad de celebrarse el bicentenario del proceso fundacional de Mercedes.

Allí resaltó los aspectos más salientes, material histórico que fue incluido para la posterioridad en la cápsula del tiempo, que se inaugurara, en el marco de esos festejos, con la presencia del entonces Presidente de la República Julio María Sanguinetti.

Don José Olazarri supo incursionar también en el periodismo, en la prensa local, donde fundó su semanario Entrega 2000, en cuyas páginas escribían grandes personalidades locales y se incluían, más allá de lo informativo, connotados artículos de reflexión.

Siendo un biólogo de profesión, emprendió ese periodismo aficionado, comenzando con el deporte, pero con una preponderancia de su decidida inclinación a escribir y hacer historia de importantes hechos del departamento en forma primordial.

Supo integrar además el Centro Histórico y Geográfico de Soriano y varias comisiones comunitarias, entre ellas la del último Nomenclátor de Mercedes, donde dejó impreso su sello de historiador nato.

Su aporte para el departamento mereció, sin lugar a dudas, un mejor reconocimiento de nuestra comunidad, aunque supo granjearse un montón de calificados amigos, por su don de gente, su amabilidad manifiesta, constituyéndose en una persona siempre dispuesta a colaborar en todo lo que estaba a su alcance y a escuchar y valorar a todo aquel que lo necesitaba.

Yo se que siempre caemos en el mismo concepto de que todos somos buenos después de fallecidos, pero yo creo que don José Olazarri, más allá de sus aciertos y de sus errores que seguramente también los tuvo, marcó hitos importantes para el departamento de Soriano que hoy lamenta su pérdida, aunque hacía mucho tiempo que, por razones de salud, estaba retirado de toda actividad.

Simplemente quiero desde esta banca, hacer llegar mis saludos y respetos a su familia, a su esposa e hijos, con quienes compartimos actividades comunitarias, en varias oportunidades.

Mis sentidas condolencias para ellos y la certeza, que los acompaño muy de cerca en su dolor por la irreparable pérdida sufrida.

Si el cuerpo me acompaña deseo proponer un minuto de silencio en memoria de Don José Olazarri, porque estoy convencido que se lo merece.