En primer lugar, quiero referirme a una problemática que afecta a las personas que tienen que viajar al exterior y el alto costo de los PCR que tienen que realizarse, en salida y en regreso.

Cuando se trata de familias, por supuesto que ese costo se triplica o cuadruplica, constituyéndose en un freno muy oneroso para desplazarse.

Somos conscientes que muchos pensarán que hay otras cosas más importantes antes que atender a quienes van a viajar para pasear, pero ello es una forma muy mezquina de valorar las circunstancias.

Por un lado, no debemos olvidar todo lo que la población ha sufrido, lo que hemos sufrido todos, con esta pandemia que nos ha obligado a recluirnos y cuántas familias se disgregaron quedando miembros de un lado y de otro de la frontera.

Ha existido una carga sicológica muy importante, dejando secuelas aun en aquellos que no se contagiaron con el coronavirus y hoy en día, al mejorar la situación necesitan salir, viajar por diferentes motivos individuales y colectivos.

Por otro lado, tengamos en cuenta que uno de los sectores más perjudicados con la pandemia, fue el turismo y ahora, cuando pueden comenzar a resarcirse en algo, encuentran este freno para los viajeros que pueden llegar.

Nosotros hemos averiguado y llegamos a la conclusión que los costos reales de los PCR no son los que se están cobrando, sino mucho más baratos.

Por eso se nos ocurre que deberían las autoridades competentes intervenir y lograr una solución justa y adecuada para atender a toda esta gente.

Los mecanismos a utilizar pueden ser varios, como por ejemplo que el Ministerio de Salud Pública asuma la realización cobrando precios de costo de los PCR o que éstos fueran sin costo, atendiendo cada caso en particular.

Lo dicho es simplemente una sugerencia, por cuanto los técnicos pueden evaluar otras salidas, con mayor precisión y teniendo en cuenta, por ejemplo, la situación de cada viajante, en cuanto a las vacunas recibidas.

Creemos que hay que encontrarle una salida urgente a esta situación, porque tenemos la necesidad de atender, principalmente, a todos aquellos que, al haberse abierto las fronteras, sienten el lógico deseo de viajar para visitar a sus familiares y el alto costo de los PCR se lo impide y por ello pedimos que nuestras palabras pasen, con ese carácter de urgencia, al Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Economía, Ministerio de Turismo y a los tres diputados por el departamento.

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Otro tema que queríamos abordar esta noche, es de larga data y preocupación para la población.

Se trata del suplicio que debe soportar mucha gente con los ruidos molestos provocados, muchas veces, por desaprensivos vecinos que demuestran no tener una verdadera conciencia comunitaria.

Esta actitud encuentra caldo de cultivo ante la total ausencia de las autoridades que tienen la responsabilidad de controlar esta situación a fin de garantizar la convivencia pacífica.

No solo nos preocupa el tema, sino que nos hemos ocupado y pudimos comprobar que recurrir en busca de soluciones ante las autoridades, se hace complicado para los afectados.

Entendemos que los trámites para efectuar la denuncia debieran ser más prácticos y efectivos porque de esa manera quien deba inspeccionar podrá llegar en tiempo y forma para tomar conocimiento directo del problema, sino siempre van a llegar tarde y su intervención será nula o muy difícil de llevar a la práctica.

Este es un tema municipal y tiene que ser solucionado a la brevedad por las autoridades municipales, porque no pasa simplemente por los problemas entre vecinos, sino que también tienen que ver las motos con troneras, las reuniones musicales en lugares públicos a cualquier hora de la noche y madrugada, y los altos volúmenes de los móviles que realizan la propaganda callejera, violando decibeles y también horarios.

Actualmente están en vigencia las normativas, pero no hay quienes controlen y hagan efectivas las notificaciones y aplicación de multas cuando corresponda.

Es un viejo vicio que ya hemos denunciado en este recinto. Existen ordenanzas de todo tipo, pero no se cumplen, se violan continuamente al no existir la fiscalización que se necesita.

Es hora entonces de ponerse las pilas y para ello solicitamos el envío urgente en forma directa de nuestras palabras al Ejecutivo Departamental, porque desde allí deben provenir las soluciones.

Muchas gracias señor Presidente.