El segundo Festival de Arte Urbano “33 grados”  viene  desarrollándose  en  Mercedes en base a  lo previsto y sorteando los inconvenientes ocasionados por la lluvia. Artistas de varios países comenzaron a  trabajar en sus  obras que quedarán en los muros de la ciudad.

Andrés  de la Bastida  “Cast” es ecuatoriano y vino especialmente  a participar del Festival. Está  trabajando  en su obra ubicada en un muro de  calle Rodó casi Ituzaingó  al dialogar con @gesor  comentó  que  vino  “por la pasión y la diversión de   lo  que haces” comentando que “lo que compartimos con todos  los muralistas es las ganas de dibujar. Tantas ganas,  que tuvimos que buscar una pared cada vez más grande para  satisfacerlas. La pasión siempre es dibujar, dejar algo lindo para el espacio público”.

A pocos metros de allí Ismael “Nato”,  en Ituzaingó casi Rodó,  sube y baja de una escalera llenado  de imágenes de vegetación una amplia pared. Llegó de Buenos Aires directo a Mercedes. Dijo “me interesa mucho que el arte esté  a disposición de todos”.

En Oribe casi Ferrería, Franco Cervato   está pintando  otro muro. Llegó de Córdoba, Argentina. Al dialogar con @gesor  dijo que se sumó a este Festival de arte urbano porque  “vienen artistas de mucho reconocimiento, y había que aprovechar a  venir sí o sí”. En la vereda de enfrente Cora y Nandy, dos jóvenes colombianas pintan otro muro. Cora  reflexionó sobre el papel de la mujer en  estas expresiones de arte urbano. “Creo que es una cuestión de  hacerlo”, comentó  “porque hay muchas mujeres que les gusta pintar, salir, expresarse”. Reconociendo que para la mujer  el pintar en  la calle es más duro , porque significa  una exposición  “pero es perder  ese miedo. Mostrarle a la gente que nosotros somos mujeres y que también pintamos, nos subimos a una escalera o a un andamio, cargamos  nuestras pinturas y eso no te hace ni más  débil ni más vulnerable. Es demostrar que no es necesario ser  hombre para  hacer lo que te gusta”.

Debajo del puente  “Líber Seregni” dos jóvenes  Lina Castellanos (Colombia)  y Naty Andreoli (Argentina) trepadas a un andamio  la emprenden con pintura en uno de los altos pilares. Desde  abajo se las ve más  pequeñas  de lo que realmente son. Al dialogar  con ellas reconocieron “el espacio  público”  es  duro “para las mujeres seas o no seas muralista” comentó Lina. “ Estamos expuestas  al comentario de las personas,  te quieren ayudar, ofrecer algo  porque creen que no sos capaz”. Pero “nosotras llevamos años haciendo esto y no tenemos ningún problema ni con el esfuerzo físico, ni con manejar grúas.  Pero te enfrentas  a comentarios muchas veces machistas”.  

Frente  ellas trabajan en otro de los pilares del puente,  Roque  junto a  Kaimo, y Fran , tres jóvenes llegados desde las Islas Canarias.  Roque  en diálogo con @gesor  Roque  comentó que  llegaron a  Mercedes  simplemente por la invitación recibida. Cuando le preguntamos por qué viajar tantos kilómetros a un país  y una ciudad desconocida, nos interrumpió: “lo dices  y se me pone una sonrisa”  ya que “nos encanta estar con la gente, compartiendo. Si estás pintando en tu estudio  al final terminan conociendo a tu cuadro, a ti y a pocos más; y aquí en la calles es un continuo conocimiento. Si no es pintura, es escultura, música. No sólo pintura,  sino un montón de cosas; y da igual que sea  aquí que  en Pekin, se crea una energía muy potente”. Resumiendo en gran parte lo trasmitido por casi todos los artistas que dialogamos en esta recorrida. También todos destacaron la buena disposición  y trato cordial brindado por los mercedarios. Como lo relató  “Cast”, “recibo muchos favores de la gente, están muy dispuestos a darme  cosas  sin que se los pida. Tengo agua todo el tiempo. La panadería de enfrente está súper presente ofreciéndome cosas. La gente se queda a conversar”, definiendo esa actitud “como un abrazo”.

En los próximos  días iremos compartiendo las entrevistas realizadas  a estos y otros artistas que  por estos días  trabajan  en sus obras, sobre los muros de Mercedes.

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