En el marco de la charlas informativas sobre Leishmaniasis que se dictaron durante este viernes y sábado en Mercedes y Dolores, organizadas por la Intendencia de Soriano y Comisión de Zoonosis, uno de los profesionales disertantes,
Dr. Eduardo Supparo, médico veterinario de Salto, Coordinador Regional de Zoonosis, que está al frente de atacar esta problemática en ese departamento, expuso con crudeza sobre varios aspectos de la temática.
El Dr. Supparo señaló que "los factores más grandes de riesgo son las condiciones socio económicas, la mala nutrición, la movilidad de la población, los cambios ambientales, el cambio climático. No significa esto que la gente con dinero no se vaya a enfermar, se va a enfermar, alguno quizá, pero el panorama es ese".
En el 2016 "se declara la emergencia, se había pasado de una población canina de riesgo de 300 perros en Arenitas Blancas (un barrio arbolado de clase media y alta) donde apareció el primer caso índice, a una de 40.000 perros al pasar a la ciudad de Salto, se hizo un plan de acción, la gente quiere cambiarlo, pero no se va a cambiar hasta no tener argumentos para ello.
En Arenitas Blancas del relevamiento puerta a puerta se encontraron 35 perros positivos, la recomendación en este caso es la eutanasia, se les explicó, todos la hicieron, menos uno. En lugar de haber actuado en favor de la salud de todos se le permitió que permaneciera con vida, porque la Justicia es lenta, el perro quedó vivo. Eso fue en febrero, en junio cuando salgo a hacer el segundo muestreo, un lote de personas no me dejaron sacar sangre, porque dijeron que practicaron eutanasia a su perro y hubo un perro positivo y el Estado no hizo nada. La persona que no dejó, jugó en contra de la sociedad, generando mayor riesgo, esto fue a fines de 2015. Hoy hay 14.000 perros analizados con 6% de infectados".
Puso énfasis en que "hoy tenemos diagnosticado el problema en Artigas y Salto, ¡si tendrán que ayudar Paysandú, Río Negro, Soriano y el resto del país! para hacer las cosas bien allá y no que Salto se las arregle como pueda. Es un grave error. Esto se combate cuando todos entendemos el problema que tenemos. Que capaz no podemos evitar que se venga para acá, pero tenemos que intentarlo, no pudimos evitar que apareciera en humanos, pero teníamos que intentarlo, haciendo el trabajo adecuado, para que nadie me diga a mi, o a mis hijos o nietos, tu padre no hizo nada por ésto, no, no, yo hice. Hoy no disponemos ni de gente para trabajar muchas veces, personalmente estoy contratado para cuatro horas y trabajo diez y nunca reclamé nada, pero nos falta gente, el Comité de Emergencias funciona en Salto, pero no para la Leishmaniasis porque no es un tema país como en el caso del Dengue, ¿tenemos que esperar que sea un problema del país para actuar?".
Consultado respecto a qué ocurre con quienes no han permitido practicar la eutanasia a sus perros, expresando,
"no sé si hay mala voluntad por parte de los abogados o no sé que pasa, se hicieron las denuncias a la Justicia, ¿qué pasó? La Justicia piensa que la enfermedad es como un ladrón, ¡no pueden demorar cinco años para tomar una decisión! Una persona de seis perros tenía cinco enfermos, que se mandó al Juzgado, después de tres años no salió todavía la sentencia y ya se le murieron tres, y las condiciones en que se murieron, es un desastre. Hoy fue a darle la eutanasia a un perro que no tenía músculo, no caminaba, estaba echado, sobreviviendo y el tipo me dice "no puedo llevarlo a la veterinaria, lo voy a dejar que se muera ahí", conseguí que lo fueran a buscar, esa gente quiere que le hagan todo, no buscan la forma, quieren que el Estado le haga todo, es brutal".
El maltrato animal “está en la forma en la que lo hacemos vivir, con una enfermedad que no tiene cura, que sabemos que va a evolucionar a la muerte, que antes que me dé cuenta que está enfermo y lo pueda ver, viene sufriendo hace cuatro o cinco meses sufriendo, está en la crueldad de tenerlos encadenados, en tenerlos en verano en un tacho con 35 grados de temperatura, en tenerlos bajo la lluvia, en dejarlos sueltos para que lo pisen los autos o motos, esa es la cruelda, no el decidir mi perro tiene un problema que no tiene cura, que va a sufrir y le voy a hacer una muerte digna esa es la realidad”.
Supparo dijo que tiene que haber "un control de donde vienen los perros, los veterinarios deben preguntar enseguida, si alguien les dice que lo trajo de Salto, hay que hacerle examen. No es como antes que podíamos trasladarnos con nuestros perros a todos lados, ahora no se puede, si queremos a nuestras mascotas cuidémoslas, no la podemos llevar a otro lado con los riesgos que existen".
Sostuvo que hay dos medidas que son claves y ayudarían en este problema, "la tenencia responsable de perros, que tenga collar, que esté bien alimentado, vacunado contra las enfermedades; y lo otro es gestión ambiental que en Uruguay no hay, la gente sigue haciendo su papá, abuelo, bisauelo y tatarabuelo, que no estaban estas enfermedades, hay que hacer limpieza de jardines, terrenos, plazas, limpieza urbana, eliminación de residuos sólidos, orgánicos y destino adecuado de ellos".
Finalmente se preguntó ¿por qué fallan las medidas de control? y la respuesta fue "no se hace eutanasia en número suficiente de perros, no se realiza acción sobre perros callejeros y vagabundos, no se realizan diagnósticos precoces y periódicos, el vector coloniza nuevas áreas, el trabajo interinstitucional está ausente o no es suficiente, la tenencia responsable es escasa, el manejo ambiental es inadecuado o inexistente, migración de canes, plan de comunicación con carencias".