(Por Enrique Lécaille) La historia del fútbol uruguayo es tan grandiosa que a lo largo del año hay varias fechas significativas que permiten recordar algunas de las hazañas del balompié celeste que han asombrado al mundo. Hace unos pocos días, el 9 de junio, se celebraba una vez más el “Día del fútbol sudamericano”, fecha así declarada por la Confederación Sudamericana de Fútbol en 1941, en homenaje al título conquistado por la selección de Uruguay en 1924 en los Juegos Olímpicos de Colombes (Francia). El festejo de los celestes al término de aquella gesta, dando una vuelta al campo de juego para saludar a los espectadores -costumbre que se repite cada vez que algún equipo se corona campeón-, originó la expresión “vuelta olímpica”, que se utiliza para designar esta forma de celebración. Aquella vez elenco capitaneado por José Nasazzi había comenzado su campaña venciendo a Yugoslavia, 7-0, y terminó con otra clara victoria frente a otro seleccionado europeo, Suiza, 3-0, con anotaciones de Cea, Romano y Petrone, que fue el goleador de los Juegos.

Este 13 de junio, por su parte, se recuerda el otro título olímpico alcanzado por el fútbol uruguayo, en los Juegos de Amsterdam, en 1928. En este caso, la selección celeste comenzó su participación con una victoria nada menos que ante el dueño de casa, Holanda, 2-0, con goles de Héctor Scarone y Santos Urdinarán. Por la Segunda Ronda venció a Alemania 4 a 1, con tres goles de Pedro Petrone y uno de Héctor Castro. Ya en Semifinales, Uruguay venció a Italia. 3-2, con goles de Pedro Cea, Antonio Campolo y Héctor Scarone. El 10 de junio se disputó la primera final que culminó empatada a un gol, con anotación, una vez más, de Pedro Petrone. Y el 13 de junio se jugó la final definitiva, en la que Uruguay logró vencer a los argentinos, 2.1, con goles de Roberto Figueroa y Héctor Scarone. 

En homenaje a aquella extraordinaria generación de futbolistas que pasaron a la historia con sus gloriosos títulos de campeones olímpicos y mundiales que hoy nos llegan de orgullo -y pensando sobre todo que son triunfos que las actuales generaciones no deberían desconocer-, creemos que es bueno no olvidarse de tomarnos un tiempo para consultar con más frecuencia las páginas de nuestro rico pasado y así admirarnos una vez más ante semejantes logros deportivos.